Parto respetado: Guía para un médico de lo que desearía una futura mamá

Hoy, los profesionales sanitarios plantean la posibilidad de unificar sus experiencias médicas con los conocimientos, abriendo paso a la humanización de prácticas relacionadas con la salud sexual y reproductiva. Hoy van cambiando algunos protocolos y guías de atención en esta materia, aparecen normas y una apertura hacia la información y apoyo. Como profesional de la salud sexual y reproductiva, encontrarás mujeres que acuden a ti para que cuides su proceso de embarazo, parto y puerperio que querrán sentirse protegidas por ti, además de escuchadas y orientadas. 

El parto respetado no es más que la puesta en práctica de todos tus conocimientos dentro de un marco de miramiento y acompañamiento a las necesidades de la madre y del bebé por nacer.

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La información es fundamental

Al darle información a la futura mamá, ella tendrá la opciones y autonomía para decidir sobre sus opciones y podrá preguntar, opinar y decidir conjuntamente contigo. La relación será más igualitaria y podrás guiarla de acuerdo con las necesidades y deseos de ella. Así estará más satisfecha con la atención y resultados obtenidos porque verá que el cuidado que le otorgas se adapta más a sus necesidades y valores personales, incluyendo sus creencias, miedos, experiencias y costumbres y podrá asumir la responsabilidad de su elección y resultados.

Cómo podría ser la información que otorgues:

  • Veraz y completa: Ten en cuenta las razones, los beneficios, los riesgos y los resultados de la información que otorgas; respeta su derecho a no ser informada si es el caso.
  • Oportuna a las necesidades actuales de las madres.
  • Entendible respecto al lenguaje que utilizas para dar la información. 
  • Disponible. 
Alt="Humanización del parto y del nacimiento"

Ten en cuenta:
  • El nivel socio-cultural de la mamá y sus capacidades o capacidades diferentes y adapta la información a las condiciones físicas, intelectuales o sensoriales de la mujer que atiendes. 
  • Otorga la información hablándole, utilizando folletos, material audiovisual, herramientas de Internet y demás. 
  • Bríndale información sobre el proceso fisiológico de la maternidad y la capacidad que naturalmente tiene para dar a luz.
  • Investiga sobre la fisiología del parto normal y de sus aspectos psico-sociales. 
  • Compara los posibles beneficios y riesgos de las diferentes intervenciones existentes y de la no intervención. 
  • Estudia sobre las prácticas más novedosas en alivio del dolor. 
  • Capacítate en las diferentes posiciones para dar a luz y los factores que influyen en la elección de las posiciones que adopta una parturienta. 
  • Implementa programas para disminuir la tasa de cesáreas innecesarias. 
  • Fórmate y actualízate para incorporar en tu trabajo estrategias efectivas para asistir un parto de manera respetuosa.
  • Piensa en las necesidades de la futura mamá.
  • Ten en cuenta el acompañamiento, ya sea de la pareja o de otras mujeres como ocurría en tiempos pasados, costumbre que se ha ido perdiendo y no está incorporada en las rutinas de los centros de salud. 
  • Cuida a la madre durante el embarazo para que llegue al parto en las mejores condiciones y cuidarla de forma individualizada de acuerdo con sus necesidades, respetando sus decisiones siempre y cuando no comprometan la seguridad y el bienestar de ella y del bebé. 
  • Facilita el contacto con el personal de salud para que ella esté enterada de los servicios que se le brindarán en el momento del parto. 
  • Verifica la necesidad de llevar a cabo prácticas médicas rutinarias que hoy en día están desaconsejadas como el rasurado de la zona púbica (solo a conveniencia de la madre y de manera parcial en caso de una eventual sutura) o los enemas, siendo conveniente su aplicación de manera opcional y por pedido de la gestante, previa información.
  • Contribuye a la colocación inmediata del bebé en contacto piel a piel, después del parto si las condiciones de salud lo permiten, sobre el abdomen de la madre.
  • Permite el agarre espontáneo del bebé al pecho facilitando un contacto piel a piel prolongado e infórmale sobre las ventajas del contacto piel a piel. 
  • Pospón las prácticas de identificación, profilaxis ocular, peso, vitamina K, etcétera, al finalizar el contacto piel a piel e intenta realizar todos los procedimientos en presencia de las madres y padres y tras su consentimiento. 
  • No indiques de forma rutinaria la aspiración de secreciones, el lavado gástrico, el paso de la sonda orogástrica, de sonda para confirmar la permeabilidad de las fosas nasales y el paso de sonda rectal. Muy probablemente no son necesarias y no están exentas de riesgo. 
  • Si el estado de salud de la madre no lo permite, ofrece al padre la posibilidad de que haga el contacto piel con piel con su bebé.
  • Cuídala para que el protagonismo lo tenga ella.

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