Madres y padres de ayer, hoy y mañana




Espacio blogger invitado

Hoy tenemos como blogger invitada a Carolina Arango, psicóloga - arte terapeuta, egresada de la Universidad de Manizales y terapeuta integral especializada en diferentes ambientes clínicos y particulares en Buenos Aires, Argentina. Carolina es una profesional con habilidades para generar empatía y desarrollar actividades que apuntan al desarrollo humano. Le interesa incluir aspectos novedosos en el acompañamiento a las personas, usando el arte, los tipos de respiración y el trabajo corporal, orientados a ver el ser humano desde varias perspectivas y ayudarles a restablecer su equilibrio. 

Carolina está en un proceso de crecimiento y de aprendizaje constante, en los que a través del intercambio aprende de los demás y comparte lo que ha aprendido y está agradecida con la vida por las oportunidades que le da cada día. 
Su frase: “Om mani padme hum”. 
Puedes escribirle a: caro.arango.e@gmail.com


alt=”Madres actuales y madres del pasado"
Foto tomada de internet


 Madres y padres de ayer, de hoy y de mañana

Cuando pienso en las personas que van a tener hijos, sea que lo tengan dentro de sus planes, vengan en camino o ya estén en este mundo, veo en mi mente caras de deseo, de amor, de esperanza, de ilusión, y veo millones de sueños por cumplir y expectativas tan altas como las nubes. También imagino caras de preocupación, millones de preguntas, miedos y ojos muy abiertos como buscando en alguna pantalla algo que pudiera contestar sus preguntas.

Y creo que por mucho que busquen sólo van a encontrar indicios o tal vez pistas, ¿pero certezas? mmm... no. Puedo contar un secreto, uno de aquellos que todos pueden ver, así que no le digan a nadie: tanto los futuros padres como los presentes, podemos sentirnos bien con nosotros mismos, y el momento para empezar es ahora, ¡ya!

Por ejemplo, si ya tenemos hijos, algo tan sencillo como sacar cinco minutos para tomar un delicioso té caliente o cepillarse los dientes lentamente mientras otro adulto se encarga del angelito (pequeños placeres que se convierten en tarea cuando los padres acuden a mis terapias), o cortas actividades que produzcan un pequeño placer, son importantes para tener las pilas puestas. Creo que la vida con hijos es como una ruleta llena de momentos hermosos y profundos y algunos otros difíciles. Podemos recargar esas pilas en los buenos momentos y respirar profundo en los difíciles para sentimos mejor.

En este momento, donde sea que estén leyendo estas palabras, les hago dos propuestas: Paren un segundo y vean su vida como si fuera una fotografía, piensen que cada parte de ella es lo más y menos increíble que les puede pasar. Y tómense la libertad de preguntarle alguna vez a otros sobre lo que están pensando, lo que están sintiendo o lo que están viviendo. Probablemente descubran muchas similitudes.

Tengo una fe inmensa en que los padres y madres de hoy o del futuro pueden dar lo mejor de sí, si se permiten modificar  lo que no les hace sentir bien, animarse a compartir con otros escuchando desde el corazón y descubriendo que no están solos, que está permitido sentir miedos e interrogantes, de igual manera en que se puede sentir amor incondicional.

Me despido con una frase de Vicente Battista: “el mejor legado de un padre a sus hijos es un poco de su tiempo cada día” y agrego mi sugerencia de darse un tiempo para sí mismos.

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