DISPLASIA DE CADERAS Y PORTABEBÉS

La evolución sana y normal del bebé juega un papel muy importante a la hora de portear*, y es importante contar no sólo con elementos de buena calidad que cumplan funciones de ergonomía; también es fundamental aprender sobre su uso correcto y seguro, utilizando los mejores portabebés que se encuentren en el mercado, sugeridos de acuerdo a la etapa del desarrollo.


Por  Valeria Calderón, mamá, abogada y educadora certificada.
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Al conocer cómo es progreso sano del cuerpo del bebé, quienes fabrican estos útiles elementos, pueden crear productos seguros que cuiden su evolución natural, y quienes los compran pueden basar su escogencia en la información que tienen a su disposición y aprender a usarlos adecuadamente, cuidando el crecimiento y desarrollo del pequeño.


Imagen tomada de: http://hipdysplasia.org/developmental-dysplasia-of-the-hip/

Palabras clave

Para ayudarte a entender esta condición, definiremos de manera sencilla algunos términos y algunas partes del cuerpo:

La cadera: La cadera es la parte del cuerpo que está ubicada entre la unión de la pierna y el tronco. La conforman la unión entre el hueso del fémur y el hueso superior de la pelvis y permite el sostén y la estabilidad de la columna vertebral.

El fémur: El fémur es el hueso más largo y más fuerte del cuerpo humano y es importante para el movimiento de la pierna. Está ubicado en el muslo, proporciona un lugar de unión para los músculos de las piernas y las nalgas y tiene una cabeza.

La cabeza del fémur: La articulación o punto de unión de cada cadera, está formada por una bola llamada cabeza femoral o cabeza del fémur. En otras palabras, la parte superior del fémur termina en forma de bola. La cabeza del fémur encaja en el acetábulo.

El acetábulo: El acetábulo se forma en el hueso coaxal de la pelvis. Es el área de la pelvis que es capaz de convertirse en una cavidad articulatoria de la cadera y la permite que el hueso permanezca en la articulación. Al principio se trata de un cartílago que va osificándose a medida que el bebé crece; es decir, se convierte después en hueso.

La cavidad de la cadera: Es el soporte en forma de copa de la cadera en el que encaja la cabeza del fémur (o la cabeza en forma de bola que está al final del hueso) y hace que el movimiento y rotación sean posibles.

Abducción: Imagina que el cuerpo está dividido en dos partes igualmente proporcionadas. La abducción es el movimiento que causa que una parte del cuerpo se aleje del plano central que divide la complexión humana.

Flexión: La flexión es aquel movimiento que causa que el cuerpo o alguno de sus miembros se doble

Cómo son las caderas de un bebé recién nacido 


A medida que el bebé se desarrolla dentro del útero, su esqueleto se va componiendo de una estructura cartilaginosa y blanda, que luego del nacimiento irá osificándose paulatinamente hasta la edad adulta.El bebé en formación va adquiriendo una posición característica y natural: sus caderas, piernas y rodillas se encuentran en flexión en un 100%. Esto quiere decir, que en el útero, las piernas del bebé no están extendidas ni permanecen juntas; están abiertas lejos de la línea central del cuerpo de forma natural, unos 45° de abducción. Los muslos deben estar descansando en un ángulo de 100° desde la línea media.

Esta posición saludable es la que conservará durante un tiempo luego de nacer, hasta que sus articulaciones se extiendan naturalmente. Se le llama posición “ranita”, “M”, “jinete”, “humana”, y es la mejor para la cadera y para las coyunturas de la cadera.

Es de interés destacar que la posición de flexión y abducción propia del bebé en sus primeros meses, faculta que la cabeza del fémur esté centrada y en su lugar, y que los ligamentos permanezcan sin tensión durante su crecimiento. En otras palabras, la cabeza del fémur encaja perfectamente en la cavidad de la cadera, favoreciendo así su desarrollo de manera saludable.

La displasia de cadera y la luxación de cadera


La displasia de cadera es un término amplio que se ha utilizado para incorporar una gama de problemas de la cadera que se encuentra en desarrollo. Debido a que en los bebés el dolor no es una manifestación de esta condición, es fácil pasar por alto su diagnóstico.

Se presenta cuando la cabeza del fémur no se encuentra encajada en el acetábulo de la cadera. Es decir, la cabeza (o bola) del fémur no está situada correctamente en la cavidad de la cadera y se desplaza dentro de ésta, deformando sus bordes. La luxación de cadera se presenta cuando el fémur se desplaza fuera del hueso de la cadera. 


Quienes la sufren


La displasia de cadera en los seres humanos se diagnostica normalmente en los bebés. Si no es diagnosticada a tiempo, podría ocasionar dolor, artrosis, osteoartiritis, marcha anormal, disminución de la agilidad o una notoria diferencia en el tamaño de las piernas en la adultez. Un porcentaje de casos de displasia nunca son diagnosticados.

La displasia puede ser congénita o de desarrollo (evolutiva); en otros términos, el bebé puede nacer con displasia de cadera en una o ambas caderas, o adquirirla como resultado de la inestabilidad, es decir, puede suceder que las caderas que se encontraron normales al momento de nacer o en los primeros meses de vida, se tornen anormales posteriormente.

Causas de la displasia de cadera

Las causas que producen la displasia no están determinadas con exactitud, influyendo el género (estadísticamente, las niñas tienen una mayor incidencia de la displasia de cadera que los niños), factores relacionados con el embarazo, como por ejemplo un bajo nivel de líquido amniótico, la posición del bebé en el útero, el parto de nalgas, partos traumáticos; un primogénito, un bebé grande o antecedentes familiares. El hecho de que se presenten estos factores no quiere decir que no la puedan sufrir otros bebés. 

Pequeños y grandes

La displasia puede presentarse en bebés de pocos meses; un bebé pequeño es más propenso a que la cabeza de su fémur se deslice o se disloque en una posición incorrecta, posiblemente por la composición cartilaginosa de su esqueleto. Y ocurre que en muchos casos pasa desapercibida. Por lo tanto, no se ayuda mucho a un bebé con este tipo de afectación no diagnosticada, si permanece situado en una posición en que sus piernas se mantienen extendidas y juntas, y mucho menos si la posición se presenta de manera prolongada, contrariamente a lo que podría suceder con un bebé que conserva la posición fetal característica y propia de su desarrollo. (Esto, sin perjuicio de que el bebé cuya posición natural se respeta, desarrolle displasia de cadera por otro motivo).

Los bebés mayores también requieren soporte, sin embargo, sus ligamentos, músculo y articulaciones están lo suficientemente fuertes como para ayudar a soportar el peso de sus piernas; sus caderas están más desarrolladas y sus ligamentos más fuertes.

Diagnóstico y tratamientos

La displasia puede diagnosticarse luego del nacimiento a través de exámenes físicos o mediante un ultrasonido de rutina.

Hay una variedad de tratamientos que se utilizan para la displasia, dependiendo de la edad del niño y de la severidad de la condición. La solución postural busca mantener la cabeza del fémur centrada en su lugar, de manera que se pueda corregir la posición mientras la articulación adquiere más desarrollo y se logra manteniendo la abducción y flexión propias del cuerpo sano del bebé; las piernas permanecen separadas y flexionadas de forma permanente durante un tiempo. Para lograrlo se recomiendan elementos como férulas, cojines y arneses. En otras ocasiones es necesaria una cirugía.



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Imágenes tomadas de: http://hipdysplasia.org/developmental-dysplasia-of-the-hip/

Prevención

Independientemente de la necesidad de un tratamiento ortopédico, al posicionar a cualquier pequeño erguido, con su espalda curva y sentado con las piernas abiertas y flexionadas, estamos utilizando una práctica casual que contribuye con el desarrollo saludable de las caderas del bebé. Es de interés observar a las culturas en las que el bebé es llevado en esa posición como parte del estilo de vida y del día a día de sus integrantes. En estas culturas es poco frecuente la displasia de caderas, a diferencia de lo que sucede en aquellas que envuelven a los bebés con las piernas juntas y estiradas.

Portabebés en escena

Y, en ese orden de ideas, podría también decirse que llevar correctamente a un bebé en un portabebé ergonómico podría tener un efecto protector, porque facilita la posición de flexión y abducción, de manera que las caderas permanezcan en esta posición óptima, y porque posibilita que se reduzca la tensión en las articulaciones aún en desarrollo y se facilite el libre movimiento de las articulaciones de las piernas y caderas. Dicho de otro modo, al contribuir a que el bebé tenga sus caderas en una posición que respete su desarrollo saludable, se podría disminuir la posibilidad de una presión que interfiera con esta evolución, en bebés que han desarrollado esta condición.

La “M” y la “C”

La posición “ranita” o “M” de las piernas del bebé se ajusta al cargador correctamente utilizado. Para favorecer la flexión, basta inclinar la pelvis del bebé ligeramente hacia adentro, y empujar los pies por detrás de sus rodillas dobladas hacia arriba. De esta forma se permite un suficiente soporte a los muslos de corva a corva, que se amplía hasta las rodillas que se encuentran flexionadas, con las piernas abiertas (abducción). Las articulaciones de la cadera permanecen en una posición óptima y no hay ningún peso en absoluto que pudiera arrastrar hacia abajo la articulación.

Con un uso adecuado del cargador, también es respetada la propia y natural forma curva (“C”) de la espina dorsal del pequeño.



Tip:
Un signo claro y sencillo que te ayudará a ver si la posición es correcta es mírarte en el espejo y verificar que las rodillas del bebé estén posicionadas por encima de sus nalgas.

Tipos de portabebés, respeto a la posición natural

Un cargador ergonómico, por sí solo no contribuye a facilitar una posición óptima del cuerpo del bebé al ser cargado. A la hora de elegir, es necesario asegurarse que tenga el soporte y tamaño adecuados para el bebé, y utilizarlo correctamente para que contribuya a facilitar el desarrollo y faculte una posición sana de la articulación de la cadera.

Edad y tamaño

Un portabebé debe tener las características determinadas para ser utilizado con bebés de acuerdo a su edad y tamaño porque podría no ser el mismo que serviría a un niño mayor (así su uso se recomiende desde el nacimiento) y podría no favorecer ni la flexión ni la abducción en un comienzo, teniendo que posponerse su uso. Es el caso de cargadores de bebé estilo Mei tai o algunas mochilas de estructura suave, que suelen tener una estructura ancha, siendo ideal más adelante cuando el bebé sostiene su espalda por sí solo. Algunos portabebés de este tipo vienen con aditamentos que lo angostan para hacerlos aptos desde el comienzo. Por otro lado, durante los primeros meses de vida los portabebés tipo bandolera, fular, pouch deben acomodarse a la medida, de manera que el ajuste sea ergonómico.

El factor ergonómico no basta

En general, al presionar las piernas del bebé, sea que se unan y/o estiren incorrectamente, al no permitir que que las rodillas del bebé estén más arriba que las nalgas, y al facultar que el peso de la pierna del bebé quede sin apoyo y arrastre hacia abajo la articulación de la cadera aún en formación, no se sigue el proceso natural del desarrollo del cuerpo del bebé; es como si se hiciera un cambio en la posición natural de su cuerpo. Un bebé que crece bien, no tiene deformidades en los bordes de la cavidad o acetábulo, ni tampoco un deslizamiento que ocasione una luxación de caderas. Al quedar las piernas del bebé con un soporte, en vez de colgando sin soporte, se evita que la cavidad cargue con todo el peso de las piernas colocando presión.

Buen uso de dispositivos

En este orden de ideas, extender forzadamente las piernas del bebé es antinatural, y a la hora de llevar al pequeño es mejor prevenir que sus piernas queden juntas y extendidas. Algunos tipos de cargadores que no son utilizados correctamente, es decir, sin respetar la posición natural del cuerpo del bebé (por más ergonómicos que sean), así como los asientos de coche, hamacas, columpios, balancines y andadores, entre otros, no son muy amigables del desarrollo sano y normal de las caderas del bebé, y algunos llegan a colocarlas en una posición poco favorable. 


Respetar la apertura natural

Otro factor característico de un uso apropiado el portabebé, es no tener en cuenta que todos los bebés son diferentes, aún cuando compartan características comunes. Algunos bebés de manera natural abren las piernas más ampliamente que otros. Al forzarlas abriéndolas demasiado para lograr una apropiada ubicación dentro del cargador o mientras se lleva, no se permite que sus piernas adopten (con mayor atención si se trata de un bebé pequeño), la misma postura acurrucada que suelen tomar cuando es levantado desde una superficie en la que está acostado de espaldas.

¿Tan malos son los cargadores no ergonómicos o los ergonómicos mal utilizados?


Hay mucho debate sobre si los portabebés no ergonómicos, podrían contribuir el mal desarrollo de las caderas o empeorar un caso diagnosticado de displasia. Si el bebé es normal, probablemente no. Sin embargo, no va ser la mejor posición, tampoco la más cómoda; probablemente la cabeza del bebé no tenga soporte y sus vías aéreas podrían resultar comprometidas si se inclina hacia adelante, posiblemente el peso del bebé no estará auto soportado mientras descansa contra el cuerpo del cuidador, y mucho menos su espaldita estará redondeada. 

No todos cumplen las características de ergonomía ni mantienen al bebé en una posición ergonómicamente correcta. Aunque no todos se echan a perder; hay quienes notan que su portabebé tiene una base muy angosta o no es ergonómico y lo “salvan”, acondicionándole un chal o una tira de tela ancha para levantar las piernas de un pequeño mal acomodado, ajustándolo con un nudo para lograr la posición requerida, es decir, lo cubren y enrollan en la mochila y mantener la posición adecuada.

¿Los portabebés reemplazan a otros tratamientos para la displasia de caderas?

Un portabebé ergonómico podría contribuir al desarrollo de las caderas sanas si es utilizado correctamente, pero es necesario llevar al bebé a controles médicos de rutina que comprueben su buen crecimiento y desarrollo. En caso de displasia de cadera, es importante consultar con un profesional de la salud si una determinada solución postural con un dispositivo que se recomiende como tratamiento, se podría alternar con otro recurso como un cargador, que mantenga la cabeza del fémur en una posición céntrica en el zócalo, y usarlo como elemento que imite la misma posición que se busca en el tratamiento de esta condición. Es conveniente llevar el cargador o el folleto ilustrativo sobre el cargador a la consulta, indicar la manera en que se utilizaría y averiguar si este podría reemplazar parcialmente a otro aparato que se lleve de forma permanente. En caso de displasia, es prudente que un experto en el campo de la salud considere si es apropiado o no, sea que vaya dentro del tratamiento o simplemente que se use para llevar al bebé, luego de verificar su funcionalidad y ergonomía.

Para encontrar información adicional 
visita: http://hipdysplasia.org/developmental-dysplasia-of-the-hip/

*Portear: Forma coloquial de referirse a llevar a un bebé en un cargador de bebés.



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Por: Valeria Calderón, mamá, abogada y educadora certificada.

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