Cómo lavar un portabebé: Instrucciones de lavado y cuidado


Los portabebés son una prenda que, además de su funcionalidad y de contribuir con el crecimiento y desarrollo de los bebés, complementan el vestuario; sus diferentes telas y combinaciones  “hacen la pinta”. Muchas madres, padres y cuidadores se preguntan cuál es la mejor manera de cuidar sus portabebés, cómo lavarlos y mantenerlos limpios.

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Las instrucciones de lavado que vienen en cada portabebé son muy útiles para prolongar su duración y evitar que se dañen o pierdan su color. Como complemento, aquí encontrarás algunas recomendaciones de acuerdo con el portabebé que utilices.



Frecuencia en el lavado de un portabebé

Un portabebé no es ropa que necesite lavarse con cada uso porque al llevar a un bebé se suele llevar otro tipo de ropa debajo y porque al no estar en contacto directo con el cuerpo ni tratarse de una prenda que se arrastre por el suelo puede mantenerse limpio por algún tiempo. Si se ensucia en una parte, puedes simplemente limpiar esa zona con un trapito húmedo y esperar a un poco más para lavarlo. Al lavarlo solo cuando es necesario, cuidas tu prenda y también el planeta. Si tienes dos portabebés o más, la frecuencia del lavado todavía será más distanciada lo que contribuye a su durabilidad. La excepción se encuentra en algunos tipos de portabebés como los elaborados en tela ecológica de AYU; entre más se laven, más suaves estarán. Dejarlos en remojo en agua fría la primera vez, trenzarlos, acostar al bebé en ellos y ponerlos a trabajar, son una buena manera de suavizarlos. 

Lavado antes del primer uso

Lava tu portabebés siempre antes del primer uso. El propósito de esta medida es eliminar el polvo objeto de la manipulación en su fabricación, suavizar la tela y darte cuenta si destiñe. El color se protege dejando tu cargador nuevo en remojo con agua fría durante algunas horas. Para que no pierda color y se suavice, es útil la receta de las abuelas de colocar un chorro de vinagre.

Al lavar

En el momento de lavarlo, ubica al bebé en un lugar seguro y remueve cualquier aditamento extraíble que tu portabebés tenga como piezas pequeñas y mantenlas lejos del alcance del bebé mientras lo lavas y las vuelves a incorporar.

¿Lavado a mano o a máquina?

La mayoría de portabebés se lavan a mano o a máquina en un ciclo delicado, en una temperatura que no supere los 30 grados. Los fulares elásticos como los de AYU, que tienen 96% algodón y 5% Spandex para mayor sujeción, o los portabebés de seda o algunos tejidos son amigos del agua fría, en el primer caso, para que no se dañe la parte que los hace elásticos y en el segundo caso para que no se encojan.

Portabebés como los Mei Tai (estilo asiático) o las bandoleras pueden lavarse en la lavadora, metiéndolos en una funda especial para lavado o una funda de almohada. Así, las tiras no se torcerán durante el lavado y las anillas no se golpearán ni golpearán la lavadora. Los calcetines también sirven para envolver los aros, así como la misma tela de la bandolera.

Los materiales delicados con que se confeccionan algunos portabebés hacen que sea preferible lavarlos a mano.

Y si tienes la oportunidad de lavar a mano tus prendas y tus portabebés, cuidarás la naturaleza.

Jabón: El jabón ideal es un  jabón suave, de preferencia líquido y no en demasiada cantidad para que no queden residuos al final de la lavada que puedan tener contacto con la boca del bebé. Las cápsulas de jabón y los detergentes neutros o ecológicos, son ideales para productos que están en cercanía de los bebés. Es importante lavar los portabebés con prendas de colores similares y no usar blanqueador o jabones que lo contengan.


Suavizante: Los suavizantes no son necesarios porque algunas telas llevan tecnología y utilizarlos la dañaría, algunos quedan fijados a la textura de la tela facilitando un contacto con la boca del bebé o dejan residuos.

Secado y planchado: Aun cuando los portabebés se pueden secar colgados al aire y a la sombra (más ecológico) o en secadora con aire frío y en un ciclo suave, no es necesario plancharlos si se extienden o doblan bien porque el Spandex, en el caso de los fulares elásticos que lo contienen no es amigo del calor y al colocarlo en el cuerpo para llevar al bebé las arrugas usuales suelen desaparecer cuando se estira. Si el tejido requiere planchado, hacerlo al vapor o con la tela algo húmeda facilita el proceso.



Algunos recomendaciones adicionales para la higiene y limpieza de tu portabebé:

1. No dejes tu portabebé en el piso y guárdalo en su estuche o bolsa si no está en uso. Esto lo protegerá del polvo y la mugre.
2. Si llevas un fular largo, trata de hacer los nudos sin que sus puntas toquen el suelo o intenta hacerlo en una superficie limpia si te es posible.
3. Trata de no comer, beber ni cocinar con tu portabebé en uso para que no se ensucie. Si lo haces, ten la precaución de no ingerir alimentos calientes, no utilizarlo frente a estufas o ni usar elementos cortopunzantes.
4. Salvo que uses tu portabebés para llevar una mascota, si llevas a un bebé trata de no envolver a tu mascota en ellos para prevenir eventuales alergias por el contacto.
5. Recuerda revisar tu portabebé antes de cada uso para verificar que esté en perfectas condiciones.

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Por: Valeria Calderón, mamá, abogada y educadora certificada.







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