¿Falta de leche? ¿Baja producción?

En principio existe la capacidad de amamantar, incluso se ha visto que mujeres desnutridas o que viven en medios insalubres o con exhaustivas jornadas laborales pueden dar el pecho a sus bebés.


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¿Cuál es entonces la razón para que una madre piense que no tiene suficiente leche? ¿por qué se escucha tanto: “no soy buena lechera” o “no pude amamantar a mi bebé”?

¿Por qué no es tan común ver amamantar, y si lo es, ver bebés siendo alimentados por otros medios? y, ¿por qué muchas madres experimentan un temprano destete o la introducción de suplementos que reemplazan la lactancia? 

Exploremos algunas de las múltiples causas:

Causas fisiológicas
Son pocos los casos, pero la capacidad de amamantar puede verse afectada por ciertas enfermedades crónicas o pasajeras, problemas en el desarrollo de la glándula mamaria, serios problemas hormonales, cirugías de reducción de seno o biopsias en las cuales se cortan conductos lactíferos; cansancio, depresión o estrés severos o problemas de dolor, pezones agrietados o infecciones por hongos, entre otros.

Problemas en el manejo de la lactancia
Una lactancia exitosa parte del principio de la succión y el principio de la libre demanda. La succión del bebé bien acoplado al pecho envía un mensaje al cerebro de la madre para que su cuerpo produzca leche: entre más succione el bebé, más leche produce el pecho materno. Por consiguiente, entre menos succione el bebé, menos leche produce. 

La libre demanda significa que el bebé succiona cuando lo desea y durante el tiempo que quiera con un buen agarre y colocación. Entonces, por ejemplo, si se sigue una rutina por reloj o se sustituyen tomas nocturnas de leche materna por suplementos y no hay libre demanda, las lactadas irán disminuyendo su frecuencia paulatinamente hasta llegar a un destete temprano. Con las eventuales consecuencias de dolor y congestión mamaria.

Otro problema común se da cuando al principio se nota sobreproducción de leche o la sensación de los pechos llenos de leche y goteo, entre otros. Luego estos síntomas desaparecen. Algunas madres interpretan que no tienen leche, cuando en realidad la lactancia ha quedado establecida de manera óptima. Incomodidad, cansancio y tener que estar a disposición del bebé 24/7 pueden dar la sensación de la falta o disminución de leche por manejo de la lactancia.

La información
No todas las madres o personas que lactan necesitan estar recibiendo información y apoyo. Otras muchas tienen la suerte de haber visto amamantar por generaciones. 

Las personas que se informan, suelen hacerlo en los cursos de preparación para el parto, en libros, grupos de apoyo, internet, amigos, profesionales de la salud y otros. 

Sin embargo, es importante saber que no todo puede ser cierto y que alrededor de la crianza hay perspectivas lideradas por previas experiencias de los que comunican. Otras reciben información errónea, como por ejemplo, que tanto la leche humana como la suplementaria ofrecen los mismos beneficios. 

Por suerte hoy en día existe óptima y gratuita información sobre la lactancia a través de evidencia científica de rigor y actualizada, organizaciones y grupos de apoyo dedicados a este propósito. Por ello el personal de salud y las familias que esperan o tienen bebé pueden obtenerla de fuentes confiables. 

Causas relacionadas con el bebé
Un bebé puede tener problemas para succionar y no estimular bien el pecho, estar enfermo, ser prematuro o tratarse de un recién nacido muy dormilón que no es despertado para amamantarlo, entre otros. 

También hay bebés con una necesidad de succión muy intensa o que necesitan el contacto frecuente. Este reclamo permanente hace pensar a las madres que no tienen suficiente leche. 

En este marco caben los bebés que se despiertan mucho para ser amamantados y bebés que están atravesando fases de crecimiento y necesitan estimular el cuerpo de la mamá para que produzca más leche buscando el pecho más a menudo de lo acostumbrado. Estas señales podrían interpretarse erróneamente como falta de leche.

Causas relacionadas con el entorno familiar, social, médico, legal y laboral
Un bebé criado a pecho necesita ser amamantado con mucha frecuencia. Essta, situación puede generar comentarios como: “¡estás malcriando a tu bebé!”, “¡se está acostumbrando a los brazos!” o “¡no tienes suficiente leche y por eso quiere estar pegado todo el tiempo! Estos comentarios pueden generar falta de confianza para seguir amamantando. Si la madre está abrumada por tareas del hogar o la atención a otros hijos, puede querer abarcar todos los frentes y ceder a presiones, abandonando o disminuyendo la lactancia. 

Otro factor que influye es que la sociedad está acostumbrada a recibir imágenes de biberones en la publicidad o en las muñecas infantiles. Es poco común encontrar imágenes orientadas a la lactancia. En muchos lugares no es bien vista la lactancia en público cuando es un derecho fundamental

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En algunos centros de salud no permiten el contacto piel a piel desde el principio, así se trate de un parto normal y sugieren a las madres alimentar con suplementos “mientras les baja la leche” o “para que descansen”.

Es escaso el cumplimiento de las normas del derecho a nivel universal que regulan la manera en que las empresas que fabrican leche de fórmula deben publicitarla y comercializarla. Ejemplo de esto son las campañas de entrega gratuita de sucedáneos de la leche humana o la publicidad orientada a la compra de estos mediante promociones y descuentos. No esta mal comprarlos, puede ser necesario. Pero es fundamental que se regule la comercialización para que no menoscabe la lactancia. 

En el ámbito laboral, las madres trabajadoras que amamantan no cuentan en ciertos países con licencias de maternidad lo suficientemente prolongadas como para poder estar con sus bebés. Aquí también se incluye, incluso habiendo leyes, la falta de un espacio privado e higiénico en algunos sitios de trabajo para extraer o almacenar la leche materna. Esto genera una disminución en los tiempos de extracción y problemas para almacenar leche que bien podría dejársele al bebé cuando se está lejos.

Si se revisan los factores que se relacionan con la falta de leche, se puede decir que no siempre son indicativos de su ausencia y si es viable su solución, es posible mantener o retomar la relación de lactancia. Con información y apoyo se puede evitar la innecesaria introducción de suplementos que pueden eventualmente desencadenar alergias, sobrealimentación, confusión (hay bebés que no controlan el flujo de leche que sale de la tetina del biberón o la manera de agarrar el pecho es distinta de la manera de agarrar la tetina del biberón); suplementos que de no necesitarse constituyen una barrera al recibimiento total de los beneficios de la leche materna en cuanto a supervivencia, desarrollo, crecimiento del niño, salud y bienestar de la madre.

Comentarios

Martha ha dicho que…
Hola!!

Amiguita espero que estes muy bien, junto alos nenes!!

Muchas felicidades por la labor tan linda que haces!!! Pase a saludarte y espero que pronto podamos conocernos!!

Besos

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