¿HASTA CUANDO DEBO AMAMANTAR?
Escrito por Diane Wiessinger MS, IBCLC (Consultora Certificada Internacional en Lactancia).
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE 9 MESES, le habrás ayudado a atravesar la fase de desarrollo cerebral y corporal más rápida y más importante de su vida gracias al alimento que fue diseñado para él: tu leche. Es más, podrás ver cómo tu bebé está más alerta y es más activo que aquellos bebés que no han recibido los beneficios de la leche materna. El destete puede ser algo muy sencillo a esta edad… ¡pero también lo es seguir con la lactancia! Si llegados a este punto no quieres destetar a tu bebé, ten por seguro que es porque has estado disponible para él no sólo para alimentarlo, sino también para darle confortabilidad.
SI DESTETAS A TU NIÑO CUANDO ESTÉ PREPARADO, podrás estar segura de haber cubierto sus necesidades físicas y emocionales de un modo saludable y natural. En aquellas culturas donde no existe la presión de destetar, los niños tienden a tomar el pecho durante al menos dos años. La Organización Mundial de la Salud y UNICEF aconsejan la lactancia materna durante la primera infancia: “La leche materna es una fuente importante de energía y proteínas, y ayuda al niño a protegerse de la enfermedad durante su segundo año de vida.”(1).
El hecho de amamantar a tu bebé aunque sólo sea durante un día es el mejor regalo que puedes hacerle. La lactancia natural es casi siempre la mejor elección para tu bebé. Si en este momento no te parece la mejor opción para ti, estas recomendaciones puede que te ayuden.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE TAN SOLO UNOS DÍAS, habrá recibido el calostro, o primera leche. Al darle a su recién estrenado organismo los anticuerpos y la comida que espera, la lactancia materna le otorga a tu bebé su primera –y más fácil- “inmunización”, y ayuda a su sistema digestivo a funcionar sin problemas. El amamantamiento es el comienzo que tu bebé espera, y ayuda a tu propio cuerpo a recuperarse del parto. ¿Por qué no usar el tiempo de que dispones en el hospital para preparar a tu bebé para la vida a través del don de la lactancia natural?
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE CUATRO O SEIS SEMANAS, le habrás ayudado a superar la fase más crítica de su infancia. Los recién nacidos que no son amamantados son mucho más susceptibles de enfermar o ser hospitalizados, y tienen muchos más problemas digestivos que los bebés amamantados. Además, al cabo de 4 ó 6 semanas, probablemente ya habrás superado cualquier pequeña preocupación que puedas haber tenido relacionada con dar el pecho. Haz un serio intento de amamantar durante un mes, llama a La Liga de la Leche o a un Grupo de Apoyo a la Lactancia si tienes cualquier duda, y podrás entonces decidir si quieres seguir amamantando.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE 3 Ó 4 MESES, su sistema digestivo habrá madurado considerablemente, y tolerará mejor las substancias extrañas que hay en la leche de fórmula. Sin embargo, si existe un historial de alergias en la familia, le ayudarás a reducir el riesgo de padecerlas si esperas algunos meses más antes de añadir nada de nada a su dieta de leche materna. Y el hecho de no darle nada más que tu leche durante los primeros cuatro meses le aporta una alta protección frente a las infecciones de oído durante todo un año.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE 6 MESES, será mucho menos proclive a sufrir reacciones alérgicas a la leche de fórmula y a cualquier otro alimento. Llegado este punto, su cuerpo probablemente esté preparado para aceptar otro tipo de comida, tanto si destetas como si no. Darle el pecho durante al menos 6 meses le ayuda a tener mejor salud durante su primer año de vida, y reduce tu propio riesgo de sufrir cáncer de mama. Si amamantas a tu bebé durante 6 meses o más, podrás reducir enormemente el riesgo de que padezca infecciones de oído o cáncer infantil. Y una lactancia materna en exclusiva y frecuente durante los primeros seis meses de vida de tu bebé, siempre que no te haya vuelto la regla, tiene un efecto anticonceptivo del 98%.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE 9 MESES, le habrás ayudado a atravesar la fase de desarrollo cerebral y corporal más rápida y más importante de su vida gracias al alimento que fue diseñado para él: tu leche. Es más, podrás ver cómo tu bebé está más alerta y es más activo que aquellos bebés que no han recibido los beneficios de la leche materna. El destete puede ser algo muy sencillo a esta edad… ¡pero también lo es seguir con la lactancia! Si llegados a este punto no quieres destetar a tu bebé, ten por seguro que es porque has estado disponible para él no sólo para alimentarlo, sino también para darle confortabilidad.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE UN AÑO, puedes evitarte el gasto y las incomodidades de la leche de fórmula. Su organismo “de un año” puede ya probablemente tolerar la mayoría de la comida que se sirve en vuestra mesa. Muchos de los beneficios que tu bebé ha obtenido de este año de lactancia materna los disfrutará durante toda su vida. Tendrá un sistema inmunitario más fuerte, por ejemplo, y será mucho menos probable que necesite ortodoncia o sesiones de logopedia. La Academia Americana de Pediatría recomienda amamantar durante al menos un año, para así asegurar la correcta nutrición y la salud de tu bebé.
SI AMAMANTAS A TU BEBÉ DURANTE 18 MESES, habrás continuado dándole los nutrientes que necesita y también protección frente a las enfermedades en una etapa en que éstas son habituales en otros bebés. Tu bebé seguramente tenga ya bien introducida la alimentación complementaria. Ha tenido tiempo de desarrollar un vínculo sólido contigo, lo que supone un punto de partida saludable para su futura independencia. Y ya es lo suficientemente mayor como para que podáis manejar juntos el proceso de destete, a un ritmo adecuado para él. Un ex General Cirujano estadounidense decía: “Es un bebé afortunado… aquél que toma el pecho hasta los dos años.”
SI DESTETAS A TU NIÑO CUANDO ESTÉ PREPARADO, podrás estar segura de haber cubierto sus necesidades físicas y emocionales de un modo saludable y natural. En aquellas culturas donde no existe la presión de destetar, los niños tienden a tomar el pecho durante al menos dos años. La Organización Mundial de la Salud y UNICEF aconsejan la lactancia materna durante la primera infancia: “La leche materna es una fuente importante de energía y proteínas, y ayuda al niño a protegerse de la enfermedad durante su segundo año de vida.”(1).
Tu leche le aporta anticuerpos y otras sustancias protectoras mientras continuas lactando, y las familias de niños pequeños amamantados a menudo ven que sus facturas médicas son menores que las de sus vecinos durante los años siguientes. Las madres que han dado a sus hijos una lactancia prolongada tienen un riesgo de desarrollar cáncer de mama todavía menor. Los niños amamantados por mucho tiempo tienden a ser más seguros de sí mismos, y es menos probable que se chupen el dedo o usen objetos de transición (osito, mantita).
La lactancia materna puede ayudaros a superar los llantos, caídas y rabietas que conlleva la primera infancia, y contribuye a que las enfermedades sean más benignas y llevaderas. Es una “herramienta multiusos” que no querrás perder. No te preocupes de si tu hijo querrá mamar toda la vida. Todos los niños dejan de hacerlo algún día, independientemente de lo que tú hagas (y andan por ahí más niños de teta de los que imaginas).
Tanto si amamantas durante un día como si lo haces durante varios años, la decisión de dar el pecho a tu bebé es algo que nunca lamentarás. Y cuando llegue el momento del destete, recuerda que es un gran paso para los dos. Si eliges destetar antes de que tu hijo esté preparado, hazlo gradualmente, y con amor.
1.) Facts for Life: A Communication Challenge, published by UNICEF, WHO, and UNESCO, 1989
2.) Katherine Dettwyler. A Time to Wean. Breastfeeding Abstracts vol 14 no 1 1994
copyright ©1997 Diane Wiessinger, MS, IBCLC. Used with Permission/.
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