¿CUANDO DEBO DESTETAR A MI BEBE?


Tiempo de destete. Muchas madres se preguntan sobre cuando destetar y en ocasiones delegan la decisión de ese crucial momento a otras personas como profesionales de la salud, familiares o amigos quienes dan sus recomendaciones con base en sus experiencias personales o el medio cultural en que viven.

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Algunas optan por llegar más allá del año o dos ocultándose de las miradas de desaprobación del entorno que incluyen a esos profesionales de la salud, familiares o amigos. Y otras continúan la lactancia por bastante tiempo sin ningún tipo de interferencias.

La duración de la lactancia ha variado con los tiempos y las culturas. Por ejemplo en algunos países no occidentales las mujeres dan pecho por varios años. Es claro que hasta el día de hoy, no hay explicaciones basadas en la ciencia que recomienden dar por terminada la lactancia a cierta edad, siendo su finalización elección de la madre y de su hijo.

La Organización Mundial de la Salud recomienda dentro de sus políticas que los infantes sean amamantados exclusivamente durante los primeros seis meses para que su crecimiento, desarrollo y salud sean óptimos y que para cumplir con los requerimientos nutricionales la alimentación complementaria debe ser introducida luego de los seis meses de edad mientras se continúa con la lactancia materna hasta los dos años o más, sin establecer un tiempo límite para su finalización. Si todas las mujeres del planeta tierra siguieran estas políticas, serían menos bebés los que enfermarían o morirían.

La lactancia satisface el instinto de succión del bebé pequeño y su necesidad de alimento. Es un intercambio recíproco, es interacción, sentidos, sosiego, cariño, calma y un mutuo compartir que brinda alimento natural y emocional. Su terminación por ende, tiene implicaciones emocionales.

No quiero destetar a mi bebé mayorcito. ¿Qué beneficios tiene la lactancia de un bebé grande?

Tal vez no encuentres ninguna razón para suspender o ninguno de los dos tenga el deseo de hacerlo. La lactancia lo mantiene sano y sus beneficios continúan durante todo el tiempo que amamantes. La leche materna es un fluido vivo lleno de enzimas, macronutrientes, ácidos grasos y por lo menos doscientos tipos de inmunoglobulinas que pasan al bebé cuya concentración aumenta en la leche materna conforme el bebé crece y amamanta menos (Goldman, 1983). Tu leche lo protege de reacciones alérgicas graves conforme vas introduciendo sólidos. Los bebés mayorcitos que son amamantados se enferman menos que los que toman suplementos, sobre todo los niños que han sufrido enfermedades crónicas. Amamantar lo hace más inteligente y tendrá menos riesgo de ser obeso en el futuro y tener problemas de corazón, entre otras ventajas. Y si, la leche materna si alimenta más allá del primer año porque contiene calorías (70 por mililitro), calcio, proteínas, vitamina C, hierro, vitamina A y vitamina B12. Los bebés que se han destetado naturalmente suelen ser más seguros e independientes (Ferguson, 1987). Una madre que da pecho por largo tiempo tiene menos probabilidad de enfermarse de ciertos tipos de cáncer, diabetes y osteoporosis, entre otros.

Y desde el punto de vista sicológico, la lactancia de un bebé grandecito tiene ventajas porque brinda consuelo, muchas madres por ejemplo notan que tras un largo día de ausencia en el trabajo regresan a casa y sus pequeños solo quieren amamantar, facilita el apego y permite un vínculo estrecho entre la madre y el bebé el cual recurre al seno también cuando se siente solo y necesita la cercanía de mamá, está frustrado, tiene miedo o está cansado.

Los sentimientos de la madre

Solo tú puedes tomar la decisión de destetar a tu bebé y tu intuición debe ser la guía. Es tu propio asunto y de nadie más. Tu postura y sentimientos sobre la lactancia determinarán cuánto tiempo continuarás. Es posible que tu decisión esté motivada por presión social, cansancio, el regreso al trabajo o al estudio así sepas que muchas mujeres han tenido lactancias prolongadas mientras están trabajando o estudiando. Puedes destetar cuando sientas o necesites hacerlo, lo importante es que lo hagas porque lo decidiste y no porque alguien más piensa que debes hacerlo.

Si lo haces repentinamente o sin estar de acuerdo podrías llegar a experimentar una sensación de pérdida y deprimirte. Si estás indecisa puedes tomarte un tiempo más para pensarlo, muchas madres ven bebés grandes amamantando cuando los suyos están recién nacidos y piensan que la lactancia no llegará tan lejos pero cuando su hijo está más grandecito se sorprenden pensando que falta mucho todavía. Tú decides si parar o esperar a que tu bebé decida cuándo hacerlo.

Si la decisión proviene de ti, lo importante es que el destete sea un proceso tranquilo, feliz, lento y gradual, no abrupto o agresivo, sin interferencias hacia las emociones y sentimientos de tu pequeño ni los tuyos. Y esto es importante tanto para ti, como para tu bebé. La naturaleza es sabia: parar abruptamente podría generarte congestión mamaria, algún conducto tapado o mastitis. La producción de leche depende del estímulo: a mayor succión, mayor producción; a menor succión, menor producción. Si paulatinamente vas eliminando el estímulo, el pecho empezará a disminuir gradualmente la producción y se evitará la congestión mamaria. Un destete repentino podría ocasionarte sentimientos de tristeza y melancolía.

Los sentimientos de tu pequeño
Un destete intrincado podría generarle a tu bebé sentimientos de abandono, sobre todo si es un bebé grandecito; tal vez se sienta mal si de un momento a otro le retiras algo que le gusta mucho y que no solo le da alimento sino apego.

El destete natural


La lactancia va cambiando de acuerdo con las necesidades del bebé y tiene una duración en el tiempo. Desde su inicio vincula tanto a la madre como al bebé y desde luego su finalización no da por terminado el vínculo, lo transforma. Al destetar hay que dejar ir y en ocasiones ni la mamá ni el bebé están listos para dejar ir. A veces nos toma tiempo estar listos.

Es ideal que ocurra por común acuerdo entre ambos dentro de un proceso tranquilo y satisfactorio. Sin embargo, no siempre ocurre así, a veces los bebés se destetan solos cuando sus madres desearían continuar y en ocasiones son ellas quienes desean ponerle fin antes de que su bebé marque la pauta y lo haga por sí mismo.

Si dejas que sea tu pequeño quien decida cuándo dejar la lactancia vas a ver que lo hará solo en algún momento, simplemente espera y el destete ocurrirá por sí solo. Hay bebés que de un día para el otro pierden interés por el pecho materno, otros empiezan a espaciar el contacto dejándolo poco a poco hasta que no vuelven más.

Las mujeres embarazadas que amamantan pueden notar que sus bebés se destetan solos debido al cambio de sabor o disminución del volumen de su leche alrededor de los tres meses de gestación, aunque otros continúan amamantando incluso luego del nacimiento de su hermanito (lactancia en tándem).

¿Cómo puedo destetar a mi bebé?


Si eres tu quien desea parar de amamantar y hacerlo gradualmente lo cual es menos doloroso para el niño, puedes comenzar por no ofrecerle el pecho pero no negárselo cuando te lo pide. Momentos de cambio como mudanzas, duelos o separaciones no son recomendables para iniciar este proceso.

En los momentos en que has identificado te busca para amamantar durante el día puedes distraerlo con alguna actividad en la que sienta tu cercanía y a la vez enfoque su atención hacia un sitio diferente al pecho. Esto requiere de mucha energía y tiempo, en ocasiones mayor a los que empleas en la lactancia misma.

Si sueles amamantar en ciertos espacios, puedes organizar tus muebles de manera diferente, amamantarlo en otros sitios y pasar tiempo con tu bebé en lugares distintos.

Tal vez te funcione ir suspendiendo la lactancia diurna y seguir de noche si tu bebé suele pedirte el pecho en esos momentos: suspende primero una toma del día, la que creas le guste menos a tu pequeño y hazlo por varios días. Luego aumenta.

A otras madres les sirve continuar con la lactancia durante el día comenzando a suspender la lactancia durante la noche si el bebé todavía pide el pecho. Tal vez tu pareja pueda ayudarte reemplazándolo por arrullos, abrazos y cercanía.

Cuando tu bebé se acerque al seno por hambre, puedes sustituir tomas de leche materna por algún alimento saludable que le guste mucho.

No es conveniente alejarte del pequeño por unos días a ver qué pasa, esto lo afectaría enormemente ya que no solo sentirá la ausencia de su leche sino además la ausencia de su madre.

¿Qué pasa si debo suspender la lactancia repentinamente?


Por lo general, son pocos los medicamentos o las enfermedades que obligan a un destete brusco. Sin embargo, si por alguna razón debes suspender la lactancia antes de que tú o tu pequeño estén preparados y necesitas ser comprendida, los grupos de apoyo a la lactancia y el acompañamiento de tus seres queridos pueden ser de gran utilidad.

Extraer un poco de leche manualmente para evitar la congestión mamaria y disminuir la cantidad de leche extraída a medida que pasan los días te ayudará a reducir la producción de leche sin ocasionar congestión.

Si tu bebé todavía tiene necesidad de succionar luego del destete, probablemente lo encuentres chupándose el dedo.

El destete puede presentarse temprano o más adelante; ser repentino o paulatino; aportar sentimientos de tranquilidad, realización y alegría o por el contrario, tristeza y melancolía. Cuando se presente el destete, bebé y mamá experimentarán sus propias sensaciones. Lo importante la manera en que venían conectándose a través del pecho se transformará pero el vínculo entre ustedes continuará de por vida.

Comentarios

Anónimo ha dicho que…
Excelente!!

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