¿Es bueno dormir con el bebé? Colecho seguro

¿Dormir con el bebé en la misma habitación, en la misma cama, con cunas, moisés, colchones? ¿dormir en habitaciones separadas? Los arreglos nocturnos durante muchas sesiones de lactancia y/o muchos despertares propios de la primera infancia, conforman algunas alternativas y “arreglos para dormir”. Lo importante que se den de manera segura y se ajusten a las necesidades de cada familia.

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De todo un poco
Es común que los bebés y los pequeños se despierten durante la noche y que para lograr un descanso nocturno sus cuidadores hagan ajustes que les permitan menos desvelos nocturnos: 

  • Hay quienes duermen con sus bebés en la misma cama y les dan pecho. 
  • Hay familias enteras que duermen juntas con sus niños durante años en la misma cama (colecho). Otras prefieren no hacerlo del todo o hacerlo luego de las primeras semanas. 
  • Existen personas que los dejan en una cuna dentro del mismo cuarto, se paran y desplazan para atenderlos.
  • Otros usan cunas añadidas a la cama ("cunas colecho") y no se desplazan, tomándolos en brazos para alimentarlos o atenderlos. 
  • Algunos los dejan en otra habitación y se desplazan allí para atender al bebé. 
  • Hay quienes los entregan luego de amamantarlos (o no), a una persona que les ayuda durante la noche en otra habitación.
  • También hay personas que se mudan por un tiempo a otro cuarto para estar con sus bebés durante la noche. 
  • Están las familias que quisieran dormir con sus pequeños pero han recibido información de que es peligroso para la salud física y mental de los niños. 
  • Hay de todo.
  • Y durante el día también hay de todo porque los bebés duermen también de día en portabebés, brazos, cunas, coches, asientos para carros y demás.
Con tantas posibilidades, lo importante es que el espacio y condiciones en que duerman sean seguros y se adapten a las necesidades individuales de cada familia. 

Colecho
En gran parte del mundo y a través de la historia, algunas madres y cuidadores han decidido permanecer en contacto físico con el bebé tanto de día como de noche compartiendo el mismo espacio, sobre todo si dan el pecho, porque consideran que estar en contacto, además de ser una necesidad biológica para el bebé, es más cómodo para ambos y piensan que la cercanía les da seguridad, calor y alimento. Algunas familias asocian la lactancia nocturna con una lactancia exitosa, independientemente de la posición que se adopte al amamantar, y aprecian mucho poder hacerlo acostadas durante la noche permaneciendo todo el tiempo con el bebé. Organizaciones como  UNICEF por ejemplo, recomiendan el colecho seguro.

Lo cierto es que independientemente de la forma en que se de el contacto con un bebé a la hora de dormir y sin meterle tanta lógica o estudio, los acercamientos frecuentes durante la noche y el dormir cerca de ellos estamos más alertas de sus sonidos, de su respiración, de sus movimientos. No es difícil notar que los bebés pequeños no controlan fácilmente su temperatura corporal y que bien puede ser regulada con el contacto con sus cuidadores, algo así como si funcionáramos nosotros como termostatos. También es fácil darse cuenta de cómo se sincroniza nuestra respiración con la de ellos, algo así como si les recordáramos respirar. Ni qué decir de la necesidad constante de estar alimentándose y succionar.

Aquí puedes leer más sobre este tema: http://albalactanciamaterna.org/lactancia/tema-6-lactancia-y-crianza/colecho-lactancia-y-sindrome-de-muerte-subita-del-lactante-smsl/

¿En la misma cama?
Para aquellas personas que prefieren dormir en la misma cama que su bebé por sus propias necesidades familiares, como por ejemplo al sentir que se les facilita la lactancia, al percibir que el contacto les hace bien y notar que el pequeño solo está tranquilo con el contacto físico, tal vez sea mejor examinar con lupa las recomendaciones que reciban de no hacerlo.
Porque muy posiblemente se inquieten ante otras posibilidades que fomenten la separación, siendo preferible informarse de cómo dormir con el bebé de manera segura (sobre todo si es de aquellas personas que se quedan dormidas mientras amamantan en un lugar inseguro como un sofá); antes de que por ejemplo se abandone prontamente la lactancia por algo que leyeron o que le dijeron; lo cual podría tener más riesgos en su salud y la del bebé que los que podrían tener durmiendo junto a él de manera segura.

Seguridad
Aún cuando hay quienes desarrollamos una increíble capacidad para monitorear a nuestros pequeños, independientemente de donde estén o cómo duerman, así estemos durmiendo (puedes escuchar un gemido de tu bebé pero pasan los bomberos con la sirena y ni los sientes “sueño de nodriza”); sea cual fuere tu decisión para pasar las noches con un bebé en casa, en consenso con tu pareja (o autónomamente si no la tienes), es importante hacerlo de forma segura.
Considera estas recomendaciones:

Si decides dormir en la misma cama con tu bebé:
  • No ser fumador. 
  • No estar bajo el efecto de drogas o alcohol.
  • No tener el sueño muy pesado, sentir un cansancio extremo o enfermedad o condición que dificulte estar consciente de la presencia del bebé o alerta en caso de necesidad. 
  • No dormir con el bebé en un sofá (reemplazarlo por un futón firme), silla o mecedora, ni en una cama de agua.
  • La cama debe evitar tener espacios por donde el bebé pueda atascarse, el bebé nunca debe ser dejado solo en ella y hay que asegurarse que no se pueda caer de ninguna manera, sobre todo, cuando ya empieza a moverse, caso en el cual, si no se tiene una superficie separada aledaña a la cama, es necesario adjuntar una barrera que quede lo más cerca a esta para evitar que el bebé se deslice por ahí o dormir en una cama sin patas o en un colchón pegado al piso.
  • El colchón no debe ser de agua ni hundirse, debe estar limpio, plano y consistente. 
  • La temperatura no debe causar acaloramiento en el bebé, ni por cobijas de lana o plumas, sean estas térmicas o no. Para el bebé basta una pijama de franela abrigada. Tampoco frío (muchas personas ven confortable una temperatura de dieciocho grados). No es necesario envolver al bebé en cobijas, sacos de dormir o mantas, siendo suficiente una ligera ropa de cama (del mismo tamaño que el colchón) que usen quienes duermen allí y el calor natural que brinda el simple acto del contacto.
  • Evitar almohadas y peluches.
  • Quienes duermen en la cama deben saber de la presencia del bebé en todo momento y no debe haber otros menores justo al lado del pequeño (ellos pueden ubicarse al lado de un adulto), mucho menos animales.
  • Al principio es recomendable que el bebé esté del lado de quien lo amamanta y no entre dos adultos. Llegará un punto en que la presencia del bebé se hará habitual, y ya más grande podrá ser ubicado entre ambos. 
  • Las personas que dan el pecho acostadas deben evitar que el bebé tenga contacto con almohadas o que se deslice entre las cobijas. Al terminar es necesario acostar boca arriba al bebé, colocándose de lado enfrente del bebé. (La posición boca arriba del bebé disminuye los riesgos de muerte súbita y los muslos de quien lo cuida ayudan a que no se deslice entre las cobijas). 
  • Evitar lazos, cordones, cables o largas cabelleras que pudieran causar estrangulamiento en el bebé. 
  • En casos de obesidad que impidan la movilidad, es mejor no dormir dentro de la misma cama y usar un aditamento que se adjunte a esta.
Si decides tener a tu pequeño en el mismo cuarto pero no en la misma cama:
  • No ser fumador.
  • Existen aditamentos o superficies separadas que se unen a la cama para prolongarla y dejar al bebé cerca ("cunas colecho"). Son muy prácticos porque no tienes que levantarte durante la noche varias veces para tomar a tu bebé desplazándote de un lado a otro, son seguros y te ayudan también a reducir los riesgos de muerte en la cuna. También puedes colocar la cuna con la baranda hacia abajo al lado de tu cama, de manera que quede al nivel del colchón para así tomar al bebé fácilmente. Lo importante es unirla para que no queden espacios. 
  • Otra solución nocturna es agrandar tu cama uniendo otra pequeña teniendo cuidado que el bebé no quede entre la unión de las dos camas, o usar una cama del tamaño más grande posible, muy cerca del piso. (Los colchones en el piso para amamantar de noche son también prácticos, no olvides ventilarlos).
Si decides no dormir en la misma cama con tu bebé ni tampoco en la misma habitación, y cuando duerme durante el día:
  • Trata de que no esté solo mientras duerme.
  • Que sus pies se orienten contra los pies de la cuna o elemento parecido.
  • Que no duerma cerca de una estufa, chimenea, calentador, radiador ni bajo el sol.
  • Que no duerma con ropa de invierno en ambientes interiores o exteriores.
  • Que no duerma dentro de un vehículo con las ventanas cerradas.
La decisión de dónde y cómo duerme un pequeño es muy personal y obedece a patrones culturales, valores y pensamientos sobre la crianza. Toma tu decisión de manera informada. Y consensuada, en el caso de que tengas pareja. Hazlo teniendo en cuenta las recomendaciones de seguridad mencionadas anteriormente para bebés sanos y nacidos a término. 

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