Verdades sobre la leche del inicio y la leche del final

¿Veinte minutos en un pecho y veinte minutos en el otro pecho? O, ¿quince en uno y quince en otro? ¿y porqué no siete en uno y siete en otro? ¿leche del inicio para calmar la sed y leche del final con más grasa para aumentar de peso?¿Qué hay de cierto en todo ello?

Foto de The Skeptical Mother. 
Izquierda: "Leche con más lactosa que grasa llamada leche del inicio".
 Derecha:  Leche con más grasa que lactosa llamada "leche del final"

En definitiva, la primera leche (no la del inicio de la toma sino la del inicio de la vida), aquella que recibe el bebé recién nacido, se llama calostro, un líquido espeso y amarillento que viene muy concentrado pero con importantes beneficios a nivel inmunológico, que luego de unos días se transforma en leche madura. La leche maduraa medida en que transcurre la toma de un mismo pecho va cambiando, pero es irrelevante en los parámetros de alimentación de un niño sano que alimenta a libre demanda

Cada bebé recibe la leche materna de acuerdo a un patrón propio que irá cambiando conforme el pequeño crezca y se desarrolle, por ello es muy importante permitir que reciba su leche cada vez que lo pida y no cada vez que el reloj lo diga.

El consejo de quince minutos de un pecho y quince minutos del otro pecho cada tres horas, o diez y diez, o cinco y cinco, no aplica para un bebé amamantado porque un bebé puede cambiar la frecuencia de las tomas a lo largo del día, a lo largo de su crecimiento o esperar más o menos tiempo entre tomas si así su naturaleza lo determina. Esto quiere decir, que el deseo del bebé de tomar leche seguido, no es un indicador de falta de leche materna como si lo podría ser que no moje pañales o no suba bien de peso. También es normal que el mismo bebé tome leche con intervalos mayores de tiempo. En un período contado como día y noche, no como minutos u horas, el bebé que toma el pecho según su instinto probablemente estará bien alimentado.

Por lo general los bebés pequeños exclusivamente amamantados toman pecho entre ocho y doce veces cada veinticuatro horas y conforme van creciendo, su capacidad gástrica aumenta y naturalmente van regulando los tiempos de su alimentación sin la necesidad de impedir que el pequeño termine el primer pecho cuando quiera, es decir, antes o después, sin que debamos contar minutos para cambiarlo al segundo pecho como lo señalan algunos profesionales, familiares y textos con la teoría de los quince y quince minutos en cada pecho (me pregunto porqué no siete y siete, o seis y seis…).

Hasta hace muy poco se daba mucha relevancia a la leche del inicio y la leche del final para explicar que la composición de la leche va cambiando a medida que transcurre una toma, siendo la primera leche que sale la del inicio, que viene en un volumen grande, calma la sed del pequeño y tiene un rico contenido de lactosa aunque poca grasa y que conforme transcurre la toma esta leche da paso a la llamada leche del final, que no tiene tanto volumen pero que es grasosa y le ayuda a subir de peso al bebé. De ahí la necesidad de imponer horarios al pecho y hacer cambios abruptos de tiempo (y de seno) para que el bebé tome ambas partes de la leche.

Lo cierto es que el bebé y no el reloj, es el único en el mundo que sabe cuando obtuvo el equilibrio que necesitaba para su desarrollo y que el bebé se las arreglará en un ciclo completo tomando más o menos, más rápido o más lento para equilibrar su ingesta de leche en general que le ayudará a crecer.

A modo de ejemplo, si salgo a comer con una amiga, fácilmente puedo ver que mientras yo voy en el postre, ella apenas está terminando su plato principal. Ella se toma su tiempo, como muy probablemente lo hacen algunos bebés, especialmente si su personalidad es del tipo pausado para comer. De igual manera lo hará un bebé recién nacido o pequeño que se está iniciando en las lides de la lactancia. Si un bebé de este estilo es cambiado de pecho, de acuerdo con la teoría de los veinte y veinte o de la teoría de que debe tomar la leche del inicio o la del final, muy probablemente estará recién probando la entrada cuando se le obligue a levantarse de la mesa para cambiarse de restaurante y alcanzar a llegar para el postre, sin la posibilidad del plato fuerte. Al revés podría suceder con ese mismo bebé cuando crezca, (o a mi amiga si le mete el acelerador en el restaurante porque llegará tarde a una cita luego de comer), seguramente tomará más leche en menor tiempo (así sea del tipo pausado).

Si se considera a la leche materna como una y la madre que amamanta a un bebé sano no se preocupa del momento preciso que determine cuando la leche rica en lactosa y líquida y cuando es leche grasosa (leche del inicio, leche del final), lo más probable es que su bebé marque la pauta de su alimentación y crezca, así a medida en que transcurra la toma en un mismo pecho, la leche se vaya convirtiendo en más grasosa. Y en últimas, lo que determinará el aumento de peso en el pequeño, no es si tomó de un mismo pecho la parte final para recibir más grasa, sino las tomas generales que reciba de su alimentación otorgada a libre demanda, es decir, cada vez que lo pida y durante el tiempo que lo pida, siendo él quien determine los tiempos que dura la toma y la frecuencia de la misma para que al final, la "grasa" que reciba esté dentro de la leche total que ingiera.


Es como si se tratara de un patrón general de alimentación el que señale la leche que recibe el pequeño, en el que influye también el hambre que tenga el bebé. En el supuesto que el pequeño reciba un solo pecho, muy probablemente reciba la famosa parte del final con más grasa. Pero, si solo toma tan solo un poquito y al rato recibe el mismo pecho, muy seguramente recibirá esa grasa del final, "al principio", por eso, la leche del inicio no necesariamente será baja en grasa. 


Entre más lleno esté el pecho el contenido de grasa en la leche será más bajo y habrá más diferencia entre la cantidad de grasa del principio que al final de una toma. Y entre más vacío el contenido de grasa en la leche será más alta y habrá menos diferencia entre el contenido de grasa al principio y al final de la toma. El tiempo que dure la toma no determina la cantidad de grasa, si hay períodos más cortos entre tomas no necesariamente la leche del principio será más baja en grasa.  

¿Cómo saber si el bebé quedó satisfecho?

Por lo general, el mismo dejará de tomar y se quedará dormido o soltará el pecho. En ese momento puedes aprovechar para intentar sacarle gases y ofrecerle el segundo pecho que probablemente si es un bebé pequeño no aceptará, caso en el cual, cuando vuelva a pedir se lo puedes ofrecer. Si el bebé solo tomó un poquito de leche, cuando vuelva a pedir le das del pecho que dejó “comenzado”.

También es importante tener en cuenta que si se trata de un bebé recién nacido (por lo general son somnolientos) o un bebé con una succión débil por ejemplo, en este caso, una de las técnicas para que reciba su alimento es estimularlo a que tome leche alternando de pecho frecuentemente, sin tener que esperar a los famosos quince y quince ni hacer mediciones de leche del inicio o del final. 


Sigue las señales de tu bebé. El bebé tomará su leche en la medida que lo necesite. Todos los componentes de la leche materna son muy importantes y no hay que preocuparse de su grasa o lactosa cuando se trata de un bebé sano.

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