¿Es normal normalizar la lactancia?
Es sabido que la lactancia es la mejor opción para el bebé y la madre. Se amamanta desde que los humanos somos humanos. Sin embargo, muchas personas que lo hacen, o que lo hacen por mucho tiempo son vistas como anormales. También es hay quienes no pueden o no desean amamantar y son también vistas como anormales. ¿Debemos normalizar lo que es normal?
Normal significa que se haya en su estado natural. Anormal significa que accidentalmente se halla fuera de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes. Entonces normalizar lo que es normal podría sonar un poco contradictorio. Porque la lactancia es normal pero pareciera no serlo, porque accidentalmente o a propósito, algunos la ponen en el rango de la anormalidad.
Por ejemplo: Lo normal en algunos lugares es que las personas vean dar el pecho cuando el bebé tenga hambre y donde tenga hambre, sin detenerse si quiera a hablar sobre polémicas o controversias sobre el tema.
También sería normal ver como si nada escenas en las que se da el pecho, no solo en vivo, sino en la televisión y en las revistas. Y lo normal sería que nadie tenga que defender ni dar explicaciones por alimentar como quiere a su bebé ni recibir ataques por aquellos que ven el lactar o no lactar como anormal.
Porque los bebés tienen hambre donde y cuando tienen hambre y tienen derecho a la alimentación, lo más NORMAL sería que no tuviera que haber sitios privados ni exclusivos para amamantar, y que cualquiera que necesite entrar, salir o quedarse a dar el pecho a su bebé, o a extraerse leche, pudiera hacerlo donde surgiera la necesidad. Así como normal sería que hubiera sitios cómodos para hacerlo si a bien se tiene, o para extraerse leche de forma higiénica y confortable.
Lo que me parece absolutamente anormal es el que un acto tan común, como el de amamantar genere tanta incertidumbre y polémica. Por ejemplo:
Imagen cortesía de Geraldine Pomato
Normal significa que se haya en su estado natural. Anormal significa que accidentalmente se halla fuera de su estado natural o de las condiciones que le son inherentes. Entonces normalizar lo que es normal podría sonar un poco contradictorio. Porque la lactancia es normal pero pareciera no serlo, porque accidentalmente o a propósito, algunos la ponen en el rango de la anormalidad.
Por ejemplo: Lo normal en algunos lugares es que las personas vean dar el pecho cuando el bebé tenga hambre y donde tenga hambre, sin detenerse si quiera a hablar sobre polémicas o controversias sobre el tema.
También sería normal ver como si nada escenas en las que se da el pecho, no solo en vivo, sino en la televisión y en las revistas. Y lo normal sería que nadie tenga que defender ni dar explicaciones por alimentar como quiere a su bebé ni recibir ataques por aquellos que ven el lactar o no lactar como anormal.
Porque los bebés tienen hambre donde y cuando tienen hambre y tienen derecho a la alimentación, lo más NORMAL sería que no tuviera que haber sitios privados ni exclusivos para amamantar, y que cualquiera que necesite entrar, salir o quedarse a dar el pecho a su bebé, o a extraerse leche, pudiera hacerlo donde surgiera la necesidad. Así como normal sería que hubiera sitios cómodos para hacerlo si a bien se tiene, o para extraerse leche de forma higiénica y confortable.
Lo que me parece absolutamente anormal es el que un acto tan común, como el de amamantar genere tanta incertidumbre y polémica. Por ejemplo:
- Que en un Centro Comercial en Colombia adecuen una sala de lactancia en un lugar independiente y privado con una locación ubicada por donde se entra a los baños (pero lejos de los baños), y que la gente proteste por pensar que las madres lactantes estaban siendo conducidas a los baños para amamantar y la cierren las quejas.
- Que una modificación en un Código de Policía en Colombia que estipula la manera en que los habitantes de una ciudad deben conducirse, se interprete de tal manera y se piense que ahora cualquier policía puede impedir la lactancia en público por considerarla obscena. Y totalmente anormal que un policía lo haga amparado en un código que por más norma, no reemplaza a la norma de normas (La Constitución), que protege derechos fundamentales como el derecho a la alimentación.
- Que en las salas de los aeropuertos de algunos países se señalice la zona de lactancia solo con el dibujito de un biberón (porque no todas lo usan), y no con el de una madre amamantando, o a lo sumo ambos (porque no todas dan el pecho).
- Que en los espacios femeninos de un club privado donde la entrada a los niños está prohibida, impidan la entrada a las que necesitan amamantar, como si los bebés de pecho estuvieran entrando por sí solos a hacer uso del servicio de alimentación o se fueran a meter al baño turco.
- Que las mujeres tengan que hacer protestas masivas en frente de recintos, en vez de estar tranquilas disfrutando a sus bebés o haciendo plan entre amigas, porque a algún loco o loca se le ocurrió sacar a alguna de un restaurante o de una tienda por el solo hecho de darle el pecho a su bebé.
- Que las autoridades obliguen a las madres de bebés que reciben lactancia materna exclusiva a destetar porque consideran que la pareja debe también pasar algunos días con el bebé.
- Que a las madres que dan el pecho por mucho tiempo y a cada rato sean objeto de burlas, maltrato y consejos no pedidos.
- Que las mujeres que no amamantan por algún motivo tengan que ser vistas con malos ojos por quienes ven la lactancia como la única opción, así sea normal. O viceversa.
Y la lista podría ser de nunca acabar...
Más que normal o anormal, amamantar, así no lo pueda hacer todo el mundo, es lo ideal. No le cerremos el camino a quienes lo quieran hacer tranquilamente. Llegará un día en que será tan normal, que escritos como este pasarán a la historia. Ojalá.
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