Herramientas de la bioética para promover la humanización en la etapa reproductiva

Construir cuidados en salud orientados a la maternidad desde una perspectiva humanizada responde a la necesidad de un ambiente justo, sano y respetuoso de las necesidades de quienes atraviesan por etapas reproductivas. La bioética ayuda a las partes interesadas a adecuarse a los sistemas de salud existentes buscando una mejora en los mismos. Son útiles ciertas herramientas, para que las decisiones que se tomen obedezcan a juicios emitidos basados en virtudes, fundamentos y guías.





Las decisiones

No obstante el respeto a la autonomía de la voluntad y el consentimiento informado de los sujetos de atención, hay decisiones que respaldan procederes en materia de salud durante las etapas reproductivas, que no solamente son tomadas por los agentes activos del proceso, sino también por los que otorgan cuidados. Y es en virtud del derecho a decidir, que algunos pacientes llegan con un listado extensivo de condiciones. Aquellas pueden ser tomadas como intimidantes por quienes prodigan la atención, posiblemente por el temor de un desequilibrio de poder entre el paciente y el proveedor de salud, cuando el ideal debería orientarse más bien a dar una mirada razonable y equilibrada que tranquilice todos los miedos (de ambas partes). Con mayor razón cuando muchas veces deben tomarse decisiones con premura de tiempo y/o basadas en factores externos como normas, sistemas, protocolos, técnicas, comités, un equipo al cual consultar... 

Aquellas decisiones suelen basarse en la formación, la experiencia, los propios valores y la percepción y podría creerse que son suficientes los propios elementos de juicio de los profesionales de la salud para proceder. Pero no lo son, ya que son sensibles frente a los límites de aquel mencionado poder de decisión del sujeto de atención y por los límites que se podrían atravesar para pisar (así sea sin querer), los derechos de los demás (en particular de aquellos que enfrentan un estado de vulnerabilidad). 

Al momento de proceder, los valores y los principios abarcan cualquier ámbito donde haya problemas éticos que resolver. Algunos son el respeto al individuo y el reconocimiento a la autonomía de su voluntad y de su libertad. Igualmente la búsqueda del bienestar y la protección del cuerpo de la persona quien se le prodigan cuidados. La persona es individualmente considerada y se tiene en cuenta su entorno personal, su cultural y el nivel socioeconómico. La valoración ética hecha sin más podría incorporar pareceres autónomos que marquen un determinado proceder a la hora de tomar decisiones que obligarían a quien emite el juicio, a asumir y tomar responsabilidad por las consecuencias que se deriven de su actuar. 

Los valores propios

Además podría limitarse a la adopción de valores propios y al desconocimiento de las normas, derechos y protocolos establecidos (demos por hecho de que son sanos, porque si bien los procederes que respetan derechos que están relacionados con la humanización del parto y del nacimiento su violación presenta antecedentes en la historia, va prosperando su cambio en el tiempo, aún cuando se refleja lento y con falta de conocimiento y/o información).

Las herramientas

Por lo mismo se hace importante encontrar herramientas como la responsabilidad, la ética y la legalidad que den mayor respaldo a aquellas decisiones. Igualmente herramientas como lvaloración ética, que ayuda a que no sea tan espontánea la toma de una decisión, sino que aquella se base en una orientación concertada, con instrumentos para deliberar, con habilidades para recorrer ese proceso lógico de unión de ideas, datos, evidencia, protocolos y prácticas. 
Esos instrumentos permiten contrastar una postura individual y establecer un comportamiento, teniendo además en cuenta otras posturas, para tener otros elementos de juicio que den soporte a decisiones que implican una responsabilidad profesional. 

La bioética es una guía. Estudia la estampa ética de una ciencia de la vida como es la salud. Usar esta herramienta ayuda a complementar la visión individual de cada profesional, mediante la observación, la formulación y la valoración, factores estos que se ligan con otros hechos, causando efectos en un todo aparte. (Es lo que algunos llaman la visión holística). 

Cuando se logra incorporar valores diferentes a los propios a las eventualidades que se presenten dentro del marco de la atención sanitaria durante las etapas reproductivas, se da cabida al respeto de los matices de cada caso en particular, y de cada persona en particular. Se facilita entonces la toma de decisiones éticas y entender la responsabilidad y el compromiso que exige la atención. 

Existen otras guías, como conocer la norma, contar con información, buscar soluciones para un modo de aplicación adaptable a la profesión, al entorno y al sistema. Contar con material de apoyo ahorra tiempo y esfuerzo de forma efectiva. 
También, los elementos que permiten formar un criterio de decisión podrían basarse, a parte de un miramiento general a los hechos, en una observación de casos similares previos y en una recopilación de datos de lo que está pasando si se proyecta en perspectiva. La documentación y los estudios que existen sobre determinado tema o caso objeto de una decisión, sirven también de fundamento para adoptar conductas parecidas, siempre y cuando no contravengan derechos. 

Lo anterior se puede explicar con un ejemplo sencillo: La OMS recomienda que los bebés sanos sean colocados en contacto piel a piel con su madre en cuanto nacen y que reciban leche humana durante la primera hora de vida. Cuando un profesional sanitario toma la decisión de separar a un bebé sano sin que pueda tener contacto inmediato con su madre y no ayudar a la madre a establecer la lactancia sino darle al bebé agua glucosada, cuando no hay causa médica que lo justifique o cuando no es deseado no separarse o no amamantar por la madre, estaría contraviniendo derechos. 
Así, a través de las hipótesis y de la documentación reunida, es viable identificar pautas en común de respuesta a rescatar y mejorarlas. Es como tener casos basados en la experiencia, en la evidencia y producir resultados de éxito parecidos (es ideal que las hipótesis estén fundamentadas en una sabiduría científica establecida y de rigor). En el ejemplo, si se sabe que la proximidad entre el bebé y su madre es importante para el establecimiento y éxito de la lactancia, las decisiones relacionadas estarán orientadas a mantenerlos juntos en el momento inmediato al parto, no intervenir con suplementos innecesarios y a permitir un alojamiento conjunto. O en todo caso, a facilitar la proximidad en el evento de una hospitalización, permitiendo en la medida de lo posible, el acceso del uno con el otro en cuanto sea posible o deseado. 

Hay más herramientas: Cuando se trata de decisiones concertadas, es útil tener una capacidad de diálogo con personas que trabajan en distintas disciplinas. En el ejemplo, de nada sirve que el obstetra reciba a un bebé sano que coloca en contacto piel a piel con su madre, si el pediatra de turno interviene al momento ordenando su separación inmediata sin justificación, sin si quiera permitir un reconocimiento visual o un contacto al pecho. De igual manera si ordena el suplemento sin necesidad médica.

Tomar conciencia

El mayor instrumento que permite formar un criterio de decisión ética, lo da el hecho de "tomar conciencia" de los aspectos éticos que hacen viable el uso de aquellas herramientas que sirven como guías. Si bien la ética se basa en el actuar de las personas con base su autonomía, el caer en cuenta del deber de un actuar ético no necesariamente es una habilidad innata. Por ende, es útil aprender cómo identificar los valores que incorpora la práctica y sus posibles escenarios, con miras a perseguir objetivos.  Es útil recibir instrucciones que sirven para prever posibles situaciones, organizar respuestas y activar un modus operandi que esté lejano a toda improvisación. Se trata de una amplitud en la capacidad para sacar conclusiones, identificar acciones, tener criterio, adelantarse a eventualidades, poner en contexto situaciones, encontrar errores, comunicarse en lenguajes apropiados, tener en cuenta otros puntos de vista y desarrollar el sentido común. Todo basado en principios éticos que no solo incorporan valores propios.
Adicionalmente, adquirir estas habilidades requiere de procesos de introspección, razonamiento lógico y ejercicio. 


Habilidades

La adquisición de habilidades, previo un lineamiento basado en la identificación de los propios valores y modos de pensar o comportarse frente a ciertos hechos, facilita compararlos con la moralidad objetiva (es decir, independientemente del observador o de quien hace la declaración) e integrarlos en la práctica. Es decir, representarse antes un panorama de eventualidades y sus respuestas, acordes, que se puedan adaptar a la hora del ejercicio.

Los valores puede que se presuman, pero ejercitarlos o enfrentarlos con guía, permite identificarlos y optimizar tiempo. En particular cuando hay que debatir, considerar o determinar, ojalá concertadamenteEn últimas, muy probablemente las situaciones ya podrían haberse presentado en alguna parte del mundo, en un momento de la vida. 

Resultados

Será así más fácil detectar, estudiar, descifrar y decidir sobre circunstancias relacionadas con la humanización de los procesos de atención, con eficacia, oportunidad y calidad. A su vez, el camino quedará abierto para permitir elementos de juicio aplicables a campos de acción vastos y complejos. Porque no tienen únicamente el sesgo de los razonamientos personales; además tienen un entrenamiento detrás, y una documentación. 

De esta manera, las personas en edad reproductiva que reciben atención en materia de salud, podrán confiar en la habilidad de su proveedor de salud y entender los motivos de las prácticas que puedan influir y limitar las decisiones que se toman basadas en el consentimiento. A modo de ejemplo, la posibilidad de elegir con adecuada información sobre prácticas, medicación, procedimientos; y la descripción de sus efectos y las razones de su realización.

En suma, esas herramientas que brinda el conocimiento, reunido con la experiencia, los principios y el seguimiento de la tan necesaria guía, no son más que recursos de la bioética que seguramente facilitarán una labor que es compleja per se, porque involucra las relaciones con personas y obligan a ir más allá de las representaciones propias y de los propios razonamientos para ampliar su espectro. 

El ejercicio profesional en salud se vincula con los propios sistemas de creencias, valores y principios que se confrontan con el hecho de llevar a cabo prácticas sobre el cuerpo y su integridadCuando están precedidos de una guía para conducirse a la hora de tomar decisiones que conciernen a la vida humana, hay un impacto positivo en la salud. 




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