Lo cierto de la evidencia sobre lactancia



La lactancia está rodeada de conceptos como buenas prácticas, métodos de investigación, evidencia y protocolos. ¿Qué son realmente y qué tan ciertas son las comprobaciones que a diario se realizan?

Evidencia sobre lactancia

La evidencia sobre la lactancia proviene de distintas fuentes. En general, las investigaciones se basan en métodos científicos. El cuantitativo mide e interpreta datos de la observación de variables cuantificables usando instrumentos y estadísticas, con los resultados descriptivos que pueden aplicarse a determinadas situaciones. Por ejemplo ensayos clínicos; estudios aleatorios de control; estudios de cohorte basados en seguimiento a personas en un lapso de tiempo; estudios de caso de control que observan en el tiempo grupos específicos; estudios de caso que no tienen grupos de comparación; metaanálisis, que resumen datos de estudios sobre lo mismo o alguna hipótesis; y las guías clínicas, que buscan evidencia sobre prevención, diagnóstico, pronósticos y tratamientos.

Los métodos cualitativos de investigación sirven para entender el comportamiento humano y recopilan datos no numéricos (entrevistas, encuestas, grupos de discusión o técnicas de observación), que ayudan a determinar creencias, acciones y adaptaciones a situaciones de vida. Se valen de la filosofía, la antropología enfocada a grupos etnográficos, la cultura y al significado social. También de las ciencias sociales para buscar explicaciones y desarrollar teorías, como para interactuar con los participantes y lograr el cambio.

Los altos estándares de investigación se unen con la evidencia, que puede ser externa, cuando resulta de las buenas prácticas que analizan su factibilidad, si es apropiada, efectiva y significativa; también de guías para la práctica profesional. En lactancia cobran importancia las revisiones sistemáticas (lo hacen más de dos personas uniendo el examen cuantitativo y cualitativo, buscando artículos actualizados de alta calidad sobre un tema específico que se usan como evidencia para responder preguntas específicas). A nivel externo también hay pruebas controladas aleatorias (experimentos de investigación sobre una población que elimina variables externas al hacer estimaciones).

La evidencia interna resulta de la experiencia y conocimiento de los profesionales sanitarios y de proyectos para mejorar la calidad de los servicios.

Esto no termina aquí, porque las demostraciones pueden ser utilizadas inapropiadamente. O no utilizarse. La evidencia también se centra en tí. Porque la forma de alimentar a un bebé y cómo se cuida su sueño, influye tu propio cuerpo, comportamiento y sentimientos. Porque tus preferencias pueden depender de opciones a la hora de escoger, al igual que tus valores. Esto quiere decir, que probablemente irás aplicando tus conocimientos y tu confianza a medida que vayas aprendiendo de las necesidades únicas de tu bebé y por su puesto de las tuyas propias, para dar paso a atenderlas. Y que tu propia naturaleza marcará la pauta para tu comportamiento respecto a la lactancia y al sueño.

Por lo mismo, seguramente desestimes la evidencia que te presenten sobre los peligros de la proximidad, que en particular afectan negativamente la lactancia y la tranquilidad y gozo que a algunos produce tener cercanía con un bebé día y noche. Y aquí es cuando la evidencia puede ser retada, escogiendo muy bien y aprovechando la mirada antropológica que enfrenta la ciencia usada como cortina de humo por las normas sociales y culturales.

Quise explicarte sobre la evidencia en lactancia, porque mis fundamentos son la literatura existente y la evidencia actual disponible (de fuentes confiables), tanto en referencias, como en las revisiones sistemáticas de Cochrane, una organización internacional sin conflictos de intereses ni patrocinio comercial, en las que se basan muchas decisiones sanitarias. También de PubMed, un sistema de búsqueda desarrollado por el Centro Nacional de información de biotecnología (NCBI) en la Librería Nacional de Medicina (NLM). Sin dejar atrás las recomendaciones de las autoridades mundiales de salud y la mayoría de organizaciones de pediatría del mundo.

Como experta puedo decirte que la mejor evidencia para las mejores prácticas resultará de usar las demostraciones como soporte de las decisiones de salud, con una visión que considere tus propias necesidades. Ojalá basada en revisiones sistemáticas, en meta-análisis (analizan varios estudios sobre la misma hipótesis o una relacionada) o en la mejor disponible. El fin último será apoyar tu lactancia y dar alcance beneficiando al mundo, con una reducción de costos en salud, mejora de la calidad en los servicios y unificación de criterios.

También es importante saber que los protocolos clínicos simplemente dan pautas, sin que deriven la suerte de algún tratamiento o se tomen como estándares, precisamente por aquellas necesidades individuales que tanto resalto. De igual manera y sin perjuicio de las decisiones o preferencias propias, hay que tomar con pinzas la información sobre los cuidados de los bebés que promueven rutinas rígidas, teniendo precaución de orientar las acciones de cuidado en función de lo que recomiendan, en particular respecto a la respuesta de las necesidades del bebé frente a la lactancia, ya que reducen las posibilidades de amamantar, cargar, abrazar y responder al llanto.

Cuida la salud

Toda la información y material que encuentras, son únicamente para que puedas informarte y tomar decisiones. Tu referente serán los profesionales de la salud expertos que usen su saber y experiencia de forma precisa y actualizada, siempre orientando su oficio a buenas prácticas y a cada situación, circunstancias y estilo de vida en particular, usando la evidencia para cuidar la salud. Por lo mismo, antes de considerar contenidos como hechos, contempla que nada de lo que leas o te digan sustituye información médica profesional o sobre cuidados, o que se utilice como diagnóstico o tratamiento de condiciones de salud. Ante dudas sobre el cuidado de tu salud física o mental o la de tu pequeño, recurre a asistencia médica calificada. Calificada en lactancia es que los profesionales de la salud sepan y que se actualicen con base en la evidencia. 


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