Lactancia como derecho humano, formación profesional y libertad


Hola, soy Valeria Calderón, abogada y educadora. Ayudo a profesionales de la salud y a nuevas familias, con información, apoyo y acompañamiento en lo que tiene que ver con derechos relacionados con la
 salud sexual y reproductiva. Este contenido pretende dar herramientas para comprender la relación de la lactancia con los derechos humanos. Primero mostrando qué son y cómo se protegen, luego dando algunas pautas relacionadas con la responsabilidad de proteger el derecho a la lactancia. Hablaré también de algunos eventos que contribuyen a su protección y de lo que sucede cuando hay limitaciones para practicarlo a cabalidad. Veremos cómo el educarse, actualizarse y remitir cuando la situación así lo amerita, hace de la prestación del servicio de salud, algo más sencillo y tranquilo. Con un ejemplo resaltaré la importancia del conocimiento en lactancia frente a la orientación médica y emocional, cuando hay cáncer de pecho durante la lactancia. 


Probablemente ya sabes qué son los derechos humanos.
 Los derechos humanos son aquellos que tenemos todas las personas por el mero hecho de ser personas. También hablamos de derechos fundamentales. Por su naturaleza forman parte del ser humano sin importar su sexo, raza, color, posición social o económica. El derecho a la lactancia es el derecho que se tiene de amamantar, y el derecho de los pequeños, de ser amamantados, desde el nacimiento, hasta el destete. Se relaciona con los derechos humanos, porque su ejercicio contribuye al derecho a una alimentación saludable del bebé y el derecho a la salud de la pareja lactante. Sus derechos deben ser reconocidos, respetados y protegidos. Es decir, merecen tutela legal, ya que está implícito en esta vivencia, el derecho a los cuidados y asistencia especiales. 

En este encuadre también están los derechos fundamentales de los niños, como el derecho a la alimentación. Ellos merecen un nivel de vida adecuado que asegure la vida y la salud física y mental. 

La Organización mundial de la salud (OMS) y Unicef amparan este derecho. También, entre otras, normas como la Constitución, la Convención Internacional sobre los Derechos del Niño; la Declaración de Innocenti, de 1990, sobre la necesidad de que se apoye en todo el mundo la lactancia natural y el Código de Sucedáneos de la Leche Materna de la Asamblea Mundial de la Salud y sus resoluciones subsiguientes. Los sucedáneos son las fórmulas lácteas, tetinas y biberones. Este código regula las prácticas que generan influencia comercial con estos productos, afectando negativamente las decisiones libres sobre la alimentación del bebé, lo que impide el disfrute de los beneficios para la salud que la lactancia ofrece y que tanto merecen ser cuidada.

Responsabilidad de los profesionales de la salud

Gran parte de los Estados del mundo insta a su respeto. Para que exista una óptima nutrición, l
intervención y participación de los profesionales sanitarios puede ser determinante en su éxito. Una forma de hacerlo es facilitando la lactancia, donde sea ejercida y por el tiempo que dure. Parte de esta protección encierra la necesidad de recibir información, acompañamiento y apoyo para dar el pecho.

Al entender que el amamantar y la práctica de extraerse leche conlleva derechos, es más viable facilitar, proteger, promover y apoyar la lactancia, tanto desde su comienzo como durante su continuidad. Sin ningún tipo de tropiezo para estorbar su ejercicio.

Por ende, tanto las instituciones, como los sistemas de salud y los profesionales, deben tener y conocer políticas y procedimientos que sean amigos de la lactancia, ya que algunas prácticas en los servicios de salud pueden desestimar el ejercicio de este derecho. 

Según la revista The Lancet: https://www.thelancet.com/series/breastfeedingla alta incidencia en el abandono de la lactancia durante los seis primeros meses de vida del infante se debe, en parte, a los deficientes conocimientos sobre lactancia en general, entre otros factores. Y como resultado, a nivel mundial, solo un 40% de los lactantes menores de seis meses reciben leche humana como alimentación exclusiva, según datos de la OMS. Esto hace necesarias mejoras en los conocimientos, actitudes y prácticas de los profesionales y sistemas de salud. 

Veamos algunos ejemplos de cómo se protege este derecho en el área de la salud:

  • Cuando evitan promocionar cualquier sucedáneo de la leche humana (OMS, 2010).
  • Cuando se abstienen de recibir donaciones, muestras de sucedáneos y regalos diversos.
  • Cuando el bebé es mantenido en el posparto inmediato en contacto piel a piel y con la mínima interrupción en condiciones óptimas de salud, salvo razones verdaderamente médicas justifiquen la separación.
  • Cuando se silencia el consejo médico o del personal sanitario, de darle alimentación artificial de rutina al bebé sin una razón médica y sin que medie el deseo de no amamantar. Por ejemplo, con la historia de completar su alimento "mientras baja la leche", porque no es suficiente y el bebé se quedará con hambre.
  • Cuando se evita sugerir un destete sin ninguna causa que lo motive, si no hay un deseo personal de destetar.
  • Cuando se dan cuenta de los síntomas de una depresión posparto para un tratamiento óptimo y pronto.
  • Cuando posibilitan la extracción de leche las veces que sea necesario cuando ha habido separación entre la pareja lactante, y el poder hacerlo en un lugar privado y tranquilo para poder dejarle la leche al bebé o mantener su producción, entre otros.
  • Cuando hay formación y educación adecuadas por parte de los profesionales de la salud y de las instituciones sanitarias, que resultan en beneficios para su sostenimiento y disminuyen el peligro de la negligencia, daño o impedimento para solucionar los problemas que se pueden presentar durante la lactancia.
  • Cuando desestiman un destete para buscar un embarazo o por estar amamantando con un embarazo en curso, a menos que cause un verdadero peligro para la salud.
  • Cuando hay una familia adoptante con la intención de inducir la lactancia para poder amamantar al bebé adoptivo y dicen que es posible. 
  • Cuando olvidan eso de que la leche es "aguita" después de los seis meses y que lo que dice la OMS de la lactancia por dos años o más, es para gente de países pobres.
  • Al saber que son numerosos los medicamentos compatibles con la lactancia y que no hay que destetar en la mayoría de los casos. 
Formación, educación y actualización

Es importante orientar la formación y actualización de los profesionales de la salud hacia las necesidades de alimentación del lactante y del niño pequeño y hacia las necesidades de quien amamanta. Y porque hay que respetar este derecho. Esto se logra dando importancia a la educación en lactancia como alimentación natural, antes que la formación y capacitación en alimentación artificial.

Esto se explica no solamente para posibilitar el acceso a una nutrición apropiada y beneficiosa para el crecimiento y desarrollo sanos, sino también para que se pueda ejercer el derecho a la lactancia. Esto fundamenta el que las organizaciones mundiales de salud insten a la creación y revisión de políticas sobre alimentación de los infantes, a la protección de la maternidad y los procesos parentales, a brindar orientación en lactancia a las familias durante los mismos y al cumplimiento del “Código de sucedáneos de la Leche Materna” y sus resoluciones posteriores.

La formación sanitaria obliga a reconocer el cambio de rumbo que ha tenido la lactancia en gran parte del mundo y a orientar su formación a la fisiología, los beneficios, la práctica, los factores socioculturales de la lactancia, el manejo y las dificultades que pueden presentarse, como la información y la ayuda frente a las experiencias emocionales que la misma encierra. 

Al educarse y actualizarse con regularidad, se guían con evidencia contundente y dominan conocimientos acordes. Esto les facilita otorgar la información más ajustada y adaptada a las necesidades individuales. Las sinergias creadas a través de una mezcla de intervenciones son de importancia significativa, ya que para poder salvaguardar el derecho a la lactancia como derecho humano, se requieren conocimientos y habilidades básicas para ofrecer una apropiada orientación, que ayuden a resolver problemas de alimentación, como darse cuenta cuándo y dónde deben referir, si no saben, cuando hay dificultades de mayor complejidad (OMS, 2010).

Esto marca la diferencia de un servicio de calidad donde los sujetos de atención necesitan apoyo cualificado, especialmente cuando la lactancia no es lo habitual. Un apoyo requerido para prevenir y tratar problemas físicos y para crear confianza en la persona que da el pecho. También marcará la pauta del respeto a los derechos, otorgando las habilidades básicas para ayudar con el proceso.

En suma, el enfoque de la atención centrada en el paciente entiende que la información que se entrega y los tratamientos que se ofrecen acordes a cada situación particular, son esenciales para la toma de decisiones clínicas de calidad.

Que todos podamos proteger, promover y apoyar este derecho humano.

Evidencia:

Eichner, J. M., Johnson, B. H., Betts, J. M., Chitkara, M. B., Jewell, J. A., Lye, P. S., … Shelton, T. (2012, February). Patient- and family-centered care and the pediatrician’s role. Pediatrics.
https://doi.org/10.1542/peds.2011-3084

Ekström, A., & Nissen, E. (2006). A mother's feelings for her infant are strengthened by excellent breastfeeding counseling and continuity of care. Pediatrics, 118(2), e309–e314. https://doi.org/10.1542/peds.2005-2064

The Lancet. (2016). Primera serie de la revista The Lancet sobre Lactancia Materna 2016. The Lancet(ISBN:978-9929-701-07-6), VI. Obtenido de http:// www.thelancet.com

The Lancet, 17 - 30. Gillespie S., H. L. (2016). ¿Por qué invertir y qué se necesita para mejorar las prácticas de lactancia materna? 

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