Lenguaje y trato inclusivo: Guía para profesionales de la salud
Hola, soy Valeria Calderón, abogada y educadora prenatal. Ayudo a profesionales de la salud y a nuevas familias, con información, apoyo y acompañamiento en temas relacionados con la salud sexual y reproductiva. Con este contenido pretendo ofrecer herramientas para la observación de los eventos que suceden a las personas con variabilidad de género, como la transición hormonal, las cirugías mamarias, las cirugías de reasignación de sexo o afirmación de género y procesos como la menstruación, el embarazo, el parto, la lactancia y el posparto frente su atención sanitaria.
Foto vía: Getty Images/Sarina Finkelstein
Existen pacientes con órganos reproductivos que no desean embarazos, personas que no se catalogan como mujeres o madres y están gestando; parejas de gestantes que quieren inducir la lactancia; personas que nacen con sexo biológico femenino e inician la transición a hombre y quieren dejar su tratamiento médico para engendrar y amamantar; mujeres transgénero que deciden realizarse implantes mamarios como parte de su reasignación de sexo; hombres transgénero que realizan procedimientos para eliminar el tejido mamario, que por otro lado también requieren revisiones ginecológicas, entre otros.
Probablemente ya sepas que hay personas que se relacionan con su cuerpo de diversas maneras, que necesitan tomar las decisiones individuales que mejor se adapten a sus necesidades. Pero, ¿sabías que la evidencia muestra que el nivel de formación del personal de la salud con respecto a aquellas requiere mejoras en la formación?
Brindaré algunas herramientas para entender el contexto, partiendo de algunas definiciones y les diré cómo facilitar el trabajo sanitario frente a la visibilidad de un grupo humano que puede tener necesidades particulares. También hablaremos sobre aquella educación y entrenamiento tan importantes; los derechos, los aspectos del lenguaje inclusivo y algunas sugerencias para un trato que facilite que la atención sanitaria pueda ofrecerse de manera igualitaria.
Se trata de un espectro variado que incluye el acrónimo LGBTQIA+. El signo + permite no "encasillar" y abarca la orientación sexual, la identidad de género y la expresión de la personalidad. Pasemos a revisar algunos conceptos:
El sexo biológico: Se refiere a los rasgos biológicos propios (cromosomas, hormonas y de anatomía), que marcan una asignación al nacer, como masculino, femenino o intersexual (genitales ambiguos o presencia de ambos). Son atributos físicos que se basan en la apariencia de los genitales externos, que son utilizadas para categorizar a una persona.
Identidad de género: Cómo la persona se percibe, la vivencia personal y los sentimientos de lo que concibe alguien como el género que tiene individualmente. Por ejemplo, Thomas Beatie nació con sexo biológico de mujer y se sintió hombre toda su vida; dio a luz a un bebé habiendo suspendido su tratamiento hormonal de transición a hombre.
La orientación sexual: Es la atracción romántica, emocional y sexual que tenemos frente a una persona. Por ejemplo: Cris siente atracción por Alexis.
Expresión de género: Es la manera en que una persona comunica por fuera su identidad de género a través de su apariencia física, gestos, modos de hablar y patrones de comportamiento en la interacción con los demás. Por ejemplo, Jaime va al trabajo vestido de traje y corbata y al salir con sus amigos usa labial y falda.
Cisgénero: Hace referencia a las personas que nos identificamos con el género asignado al nacer y nos presentamos con dicho género. Nací con vagina y me considero mujer.
Género no binario: Concepto utilizado para describir a una persona cuya identidad de género no es ni hombre ni mujer, es decir, está fuera del binario de género.
Disforia de género: Incomodidad o malestar causado por la discordancia entre la identidad de género y el sexo asignado a la persona al nacer (y el rol de género asociado y/o las características sexuales primarias y secundarias). (Fisk, 1974; Knudson, De Cuypere, y Bockting, 2010b).
Imagen vía @restore_midwifery
Visibilidad
Ocurre que los miembros de esta comunidad, o se hacen visibles socialmente o se ocultan. Necesitan poder hablar de sus necesidades médicas y cuando no tienen fácil acceso a la adecuada atención de la salud, pueden carecer de oportunidades (Winter, 2009), poner en peligro su salud e inducir a la auto-medicación. Tener más visibilidad es más seguro para su salud física y mental.
Esta situación ha hecho que algunas instituciones y profesionales sanitarios aumenten la consciencia y comprensión sobre el espectro de género, para que sea viable acceder a servicios de salud y que vayan más allá del sexo asignado al nacer. Aunque no siempre es así.
¿Por qué hay problemas en la asistencia?
No obstante lo anterior, hay diferencias en las actitudes sociales, hay dejos de incomodidad al momento de interactuar, desconocimiento sobre el manejo o falta de entrenamiento. Esto puede generar una asistencia de calidad inferior y una experiencia negativa. También es posible que tengan que enfrentarse a barreras cuando no se considera que encajan en un punto de vista no binario de género.
Se debe a que muchas veces la identidad y la orientación sexual están por fuera de las definiciones tradicionales. Lo anterior conlleva el riesgo de discriminación, estigmatización, marginalización y limitaciones u obstáculos en la prestación de servicios sanitarios.
De otro lado, las formas y procesos presumen la heterosexualidad: preguntas orientadas al estado civil, formularios que no representan la realidad, procesos engorrosos para hacerlo en una página web, hasta llamar por teléfono o mandar un e-mail. Desde asistir a clases prenatales y dar a luz, hasta superar dificultades con la lactancia también. Ni se diga para amamantar. O a la hora de una cirugía para eliminar tejido mamario o aumentarlo.
El rechazo en la atención o el temor al estigma puede impedirles el acudir a beneficiarse de estos servicios, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades y afecciones. Además de la sensación de desvalimiento.
Para evitar disparidades sanitarias, es imperioso ofrecer un buen servicio con pautas y reconocimiento de su calidad de seres humanos y del género e identidad que expresa este grupo humano.
Esto implica el respeto de derechos. Hablemos de ellos.
Los derechos
El orden jurídico prohíbe discriminar a las personas por su orientación o identificación sexual. Todos somos iguales para ejercer nuestros derechos y libertades. Nos limitan los derechos de los demás. Todos tenemos derecho a la vida y a la salud. A una vida digna, a la identidad, a la privacidad, a la intimidad y a la sexualidad.
Se debe a que muchas veces la identidad y la orientación sexual están por fuera de las definiciones tradicionales. Lo anterior conlleva el riesgo de discriminación, estigmatización, marginalización y limitaciones u obstáculos en la prestación de servicios sanitarios.
De otro lado, las formas y procesos presumen la heterosexualidad: preguntas orientadas al estado civil, formularios que no representan la realidad, procesos engorrosos para hacerlo en una página web, hasta llamar por teléfono o mandar un e-mail. Desde asistir a clases prenatales y dar a luz, hasta superar dificultades con la lactancia también. Ni se diga para amamantar. O a la hora de una cirugía para eliminar tejido mamario o aumentarlo.
El rechazo en la atención o el temor al estigma puede impedirles el acudir a beneficiarse de estos servicios, lo cual aumenta el riesgo de enfermedades y afecciones. Además de la sensación de desvalimiento.
Para evitar disparidades sanitarias, es imperioso ofrecer un buen servicio con pautas y reconocimiento de su calidad de seres humanos y del género e identidad que expresa este grupo humano.
Los derechos
El orden jurídico prohíbe discriminar a las personas por su orientación o identificación sexual. Todos somos iguales para ejercer nuestros derechos y libertades. Nos limitan los derechos de los demás. Todos tenemos derecho a la vida y a la salud. A una vida digna, a la identidad, a la privacidad, a la intimidad y a la sexualidad.
Al libre desarrollo de la personalidad, pudiendo desarrollarla como elijamos, porque somos diferentes física, psíquica, intelectual, moral, espiritual, social y afectivamente. Por lo mismo, la reflexión y el entendimiento crítico de la diversidad, el hecho comprender y reconocer las vivencias, la historia, la identidad y las necesidades de los demás, nos lleva a educarnos y a la sensibilización. También nos disminuye la posibilidad de estigmatizar, con o sin intención. Incluso impide la violencia sistemática y estructural.
Educación y la capacitación
Con entrenamiento se aumenta la capacidad de poder cuidar la vida y la salud de este grupo de la población. Ya que junto con las necesidades básicas comunes, pueden tener necesidades muy particulares.
No solo se trata de aprender sobre la marcha, improvisar en el camino o esperar a aprender del paciente. Quienes ya ejercen su oficio pueden actualizarse. Quienes estudian, requieren módulos completos sobre necesidades médicas concretas.
La educación facilita el servicio inclusivo y reduce consecuencias no deseadas cuando aparecen diferencias que se salen de las variables del sistema.
El lenguaje inclusivo y la comunicación
Existen recursos que contemplan todo tipo de relaciones, que ayudan a mostrar un apoyo legitimado por las palabras usadas.
El espectro de definiciones depende de la cultura y el tiempo y puede resultar molesto el encuadre en categorías, sea cual fuere el género o la orientación. Como no todas las palabras se ajustan a todas las personas y además los términos van evolucionando y varían entre lugares y personas, lo más útil es preguntar. Pero es posible que el personal sanitario evite hacer ciertas preguntas.
Puede ser por no considerarlo importante o por el temor de decir algo inapropiado o negativo. Por ejemplo, cuando alguien que se considera hombre acude a hacerse un chequeo. Como ocurra el encuentro puede condicionar el ambiente de la consulta. Si el médico trata a quien se identifica como hombre usando las palabras que lo identifican, podrá ayudar a su paciente y estará otorgándole un trato digno y respetuoso que también imitará su personal.
La terminología
Adicionalmente, ciertas etiquetas pueden ser tomadas como anticuadas u ofensivas.
La terminología
Adicionalmente, ciertas etiquetas pueden ser tomadas como anticuadas u ofensivas.
Como veíamos en las definiciones, el sexo biológico refiere a las partes del cuerpo conectadas con un género. Pene y testículos: hombre - anatomía masculina. Vulva, vagina, útero y ovario, órganos sexuales atribuidos a una mujer, con la connotación de anatomía femenina. Si vamos más allá, también las palabras madre, embarazada, mujer o mamá lactante, parturienta, puérpera, o mujer que da a luz se orientan a la mujer. Con un hijo, la palabra esposa suele relacionarse con una mujer que es madre; de igual manera la palabra padre y esposo (cuando es verdad que no todos los que tienen hijos están casados ni es necesario en algunos países ser hombre o mujer para casarse). Lo anterior aplica a todos nosotros.
En cuanto a esta comunidad, ahora se utiliza disforia en vez de "Trastorno de Identidad de Género"; Intersexo, en vez de "hermafrodita"; reasignación de sexo o cirugía de afirmación de género, en vez de cambio de sexo. Incluso referirse a alguien como preoperatorio o posoperatorio por eventuales cirugías de reasignación de sexo, podría invadir la privacidad; además hay personas transgénero que no quieren o no pueden realizarse intervenciones quirúrgicas que alteren su cuerpo y eso no las hace más o menos reales.
Por otro lado, siendo tan usuales las categorías específicas, como lo masculino o lo femenino, alguien que no siente que encaja en determinado parámetro podría ser visto de forma diferente y sufrir la no aceptación de su identidad, estatus u orientación sexual. También podría sentir presión para que cambie o se atenga a “lo que hay”.
En ocasiones basta un trato amable. Y como decía, preguntar. Es complejo asegurar el no emplear un lenguaje que no afirme la identidad de un paciente, y hasta las mejores intenciones pueden causar dolor, vergüenza u ofensa. Por el contrario, hay una oportunidad de aclarar, de ejercer una escucha empática y observar el uso de los términos que se orientan a determinadas personas. Esto, independientemente del género, estatus, la identidad o la orientación, ya que no todos están casados, tienen pareja o se consideran mujeres u hombres.
Como no hay una forma precisa de abarcar todas las necesidades y como la gama es amplia, ayudan algunas palabras genéricas:
- Cuidador para aludir a personas que no se identifican como madre, padre o que no tienen una relación biológica con la familia.
- Acompañante hace referencia a un amigo, un miembro de la familia o alguien con determinado rol de acompañamiento.
- Gestante para la persona embarazada.
- Familia para un grupo de personas que conviven.
- La palabra persona o individuo que estoy aquí utilizando, son neutras también.
- Anatomía por anatomía femenina o masculina.
- Pareja no gestacional, por padre.
- Persona que da a luz, por madre o parturienta.
- Productos para cuidado menstrual, por productos de higiene femenina.
- Organos reproductivos por órganos femeninos o masculinos.
- Pareja en vez de madre o padre, esposo o esposa, novia o novio.
- Infante o lactante en vez de niño o niña en caso de intersexualidad.
Aspectos a considerar en el sistema de atención sanitaria:
- Facilitar el acceso a una atención adecuada.
Aspectos a considerar en el sistema de atención sanitaria:
- Facilitar el acceso a una atención adecuada.
- Dar asistencia de precisión y alta calidad que responda a todas las necesidades del paciente y no solo a las necesidades sanitarias.
- Implementar programas de capacitación y entrenamiento en lenguaje, comunicación y servicio inclusivos para el personal de salud y en las instituciones y en los Planes de Salud Pública.
- Adaptar los modelos de consentimiento informado que se usan antes de proporcionar tratamientos.
Aspectos a considerar por parte del profesional de la salud:
- Adquirir conocimientos acerca de las necesidades de salud de esta comunidad para hacer coincidir el abordaje del tratamiento, incluyendo los beneficios y riesgos de las opciones.
Aspectos a considerar por parte del profesional de la salud:
- Adquirir conocimientos acerca de las necesidades de salud de esta comunidad para hacer coincidir el abordaje del tratamiento, incluyendo los beneficios y riesgos de las opciones.
- Respetar y afirmar la identidad de género sin importar de qué manera decide o ha realizado la transición social o médica. Consultar el nombre, los pronombres y las palabras que la persona use para describirse a sí misma y usarlos, o preguntarle cuál término prefiere para hablar de su persona o de las partes de su cuerpo.
- Ajustar la atención a las realidades locales.
- Referir a otros profesionales la atención en caso de sentirse incapaces de atender.
- Evitar asumir un género o un status por la ropa o el comportamiento.
- Validar los sentimientos, escuchar con empatía y pedir permiso en caso de que sea conducente tocar partes del cuerpo.
- No patologizar las diferentes identidades y expresiones de género.
- Ofrecer continuidad en la atención.
- Crear un ambiente sanitario asertivo y acogedor de la diversidad de los pacientes antes de incluso entren en contacto con el profesional sanitario y con el personal de apoyo.
- Reforzar la relación de atención y resaltar la importancia de la transparencia para establecer una relación de confianza, explicando los motivos de por qué es necesario pedir determinada información o porqué se solicita cierto examen o procedimiento.
Con una consideración orientada a la unicidad y a la validación de la experiencia de cada uno, se puede desarrollar una relación respetuosa de los derechos humanos, que además cree inclusión frente a la existencia de individuos que retan a las normas tradicionales sobre sexualidad y género. También crear espacios para que todos puedan celebrar y explorar quienes son en un marco de derechos y deberes.
Con una consideración orientada a la unicidad y a la validación de la experiencia de cada uno, se puede desarrollar una relación respetuosa de los derechos humanos, que además cree inclusión frente a la existencia de individuos que retan a las normas tradicionales sobre sexualidad y género. También crear espacios para que todos puedan celebrar y explorar quienes son en un marco de derechos y deberes.
Evidencia:
Castillo Muñoz, Lorena, & Cuadrado, Fátima. (2020). Percepción de las personas transexuales sobre la atención sanitaria. Index de Enfermería, 29(1-2), 13-17. Epub 19 de octubre de 2020. Recuperado en 26 de mayo de 2021, de http://scielo.isciii.es/scielo.php?script=sci_arttext&pid=S1132-12962020000100004&lng=es&tlng=es.
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