Lactancia, cáncer y derechos
El derecho a la lactancia es un derecho humano que debe ser protegido y defendido. Esto conlleva la garantía del disfrute de la libertad de poder lactar, en las mejores condiciones, cuidando la salud, la dignidad y la intimidad. El derecho a la lactancia implica que no se puede obligar a nadie a no amamantar. Tampoco a amamantar. En este artículo podrás conocer con un ejemplo relacionado con el cáncer de mama, cómo se conjuga el derecho a la lactancia, con la necesidad de formación de los profesionales sanitarios y la actualización en lactancia que se requiere para un buen manejo del tema.
La evidencia muestra que la lactancia por períodos de tiempo prolongados, además de proporcionar beneficios a la salud del bebé, protege a quienes dan el pecho de enfermedades graves, como lo es el cáncer de mama. Promover la lactancia contribuye entonces a la conservación de la salud.
Pero, ¿qué sucede con este derecho cuando el cáncer y la lactancia no son compatibles? Cuando hay un diagnóstico de cáncer de mama, la intención puede ser continuar la lactancia en el momento, una vez ocurra la curación, o en futuras lactancias, una vez superado.
Es factible que durante el tratamiento del cáncer haya que interrumpirla por los efectos dañinos que pueda generar en el bebé amamantado. Esto conlleva la opción de suspender la lactancia mientras ocurre el tratamiento y mantenerse la producción con extracción, sin amamantar, hasta un tiempo después, en que sea posible retomarla, si el panorama médico así lo permite.
También arrastra la posibilidad de que la lactancia tenga que ser suspendida del todo. Es decir, de forma inmediata o también a futuro. Quiere decir, que por la gravedad de la condición puede ser necesario proceder de inmediato al retiro total de la lactancia. Por ejemplo, cuando el tratamiento requiere de una mastectomía y hay que retirar la leche del todo para poder realizarla.
Si hablamos de conocimiento, cuando existe una condición que ocasiona el menoscabo o limitación de la lactancia para salvaguardar la vida y la salud o cuando la lactancia se ve restringida por alguna condición que atenta contra la misma salud o la vida, el profesional de la salud necesita dar información actualizada y con conocimiento o acudir a personal experto en lactancia para que pueda guiar estos procesos y acompañar la atención.
En el ejemplo citado, ante un tratamiento que da espera, tomar las medidas para un procedimiento conservador, que proteja la lactancia y permita su continuación, o dado el caso, la relactación. Ante un tratamiento que no da espera y que impedirá la lactancia por la necesidad de suspenderla actualmente o en el futuro, por ejemplo por la falta de tejido mamario, otorgar los recursos para la toma de decisiones informadas, conducirá a un tratamiento óptimo y a un acompañamiento que proteja el proceso.
En todo caso y según estudios y la línea de la evidencia, cuando hay un diagnóstico de cáncer de pecho, la persona que lo sufre y que está amamantando, forma parte de un grupo vulnerable que requiere del apoyo clínico de equipos multidisciplinarios oncológicos y de expertos en lactancia (Johnson 2019). Esto implica tomar medidas para que la decisión sea acompañada tanto por expertos, como por la evidencia científica disponible. Con conocimiento se evalúa el riesgo-beneficio de cualquier tratamiento y se otorga una asesoría individualizada. Esto además, con habilidades de comunicación.
En suma, cuando la atención se centra en el paciente, la información otorgada y los procedimientos y tratamientos se enfocan al cubrimiento de necesidades individuales, tan importantes para la toma de decisiones informadas.
Que todos podamos proteger, promover y apoyar el derecho humano a la lactancia.
Ekström, A., & Nissen, E. (2006). A mother's feelings for her infant are strengthened by excellent breastfeeding counseling and continuity of care. Pediatrics, 118(2), e309–e314. https://doi.org/10.1542/peds.2005-2064
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