Lactancia en situaciones de emergencia
¿Qué harías si tuvieras un bebé o un niño pequeño y de repente te ves en medio de una catástrofe de tal magnitud, que te quedas sin casa, sin agua ni alimentos, desamparada y absolutamente sola con tu bebé?
Cuando hay desastres los servicios públicos se ven afectados, sobre todo el abastecimiento de agua, lo cual conlleva enfermedades y epidemias. Si sumado a esto la población afectada ya vivía con deficiencias en estos servicios o en condiciones insalubres y de desnutrición, los riesgos de dichas enfermedades se aumentan.
Los efectos de una catástrofe son inmediatos y devastadores; muerte, enfermedades y desnutrición son entre otras sus graves consecuencias y por ello la protección a las mujeres que amamantan y la adecuada alimentación y atención a los bebés y niños pequeños es primordial.
LA LACTANCIA SALVA VIDAS
Es aquí donde la lactancia materna se convierte en un salvavidas en situaciones de emergencia: Si la madre amamanta a su bebé de manera exclusiva sin darle líquidos diferentes a la leche materna (que no necesita durante los seis primeros meses de vida) y continúa la lactancia cuando introduce alimentación complementaria y la extiende por lo menos hasta los dos años de vida del pequeño o más, tendrá mayores posibilidades de que su hijo sobreviva a la catástrofe porque la nutrición de su pequeño será satisfecha y su bebé tendrá mayores posibilidades de sobrevivir.
DESASTRES Y EMERGENCIAS
Por lo anterior, es vital que los gobiernos, los centros de prevención y atención de desastres así como los medios de comunicación y la misma población, tanto en situaciones de normalidad como en momentos de vulnerabilidad, promueva, proteja y apoye la lactancia humana a través de programas, planes y recursos.
Para lograrlo existen organismos como Unicef, la Organización Mundial de la Salud y el Programa Mundial de Alimentos, los cuales hacen llamados para apoyar la lactancia materna y la alimentación apropiada de los niños y alertan sobre la utilización y las donaciones innecesarias de sucedáneos de la leche materna, en vista de que en una situación de emergencia un bebé que no recibe leche humana tiene mayor riesgo de morir que un bebé que la recibe, como lo evidencia este documento sobre el llamamiento para apoyar la alimentación apropiada del lactante y del niño pequeño en Haití, cuando se presentó un grave caso de calamidad.
Para lograrlo existen organismos como Unicef, la Organización Mundial de la Salud y el Programa Mundial de Alimentos, los cuales hacen llamados para apoyar la lactancia materna y la alimentación apropiada de los niños y alertan sobre la utilización y las donaciones innecesarias de sucedáneos de la leche materna, en vista de que en una situación de emergencia un bebé que no recibe leche humana tiene mayor riesgo de morir que un bebé que la recibe, como lo evidencia este documento sobre el llamamiento para apoyar la alimentación apropiada del lactante y del niño pequeño en Haití, cuando se presentó un grave caso de calamidad.
DIRECTRICES
Dichas entidades internacionales establecen directrices y propenden porque sean identificados los menores y las madres que amamantan para brindarles apoyo y motivarlas a que continúen con la lactancia, así como alentar el reinicio de la lactancia a las que no lo hacen y poder así proteger la vida de sus bebés. Porque la leche materna reducirá el riesgo de contraer enfermedades: viene estéril y no requiere de agua para su preparación, además de que contiene defensas que se transmiten al bebé.
UBICACIÓN PRIORITARIA DE MADRES Y NIÑOS
Estas organizaciones van más allá, señalan lineamientos sobre la ubicación prioritaria de madres y niños en sitios seguros, la entrega de agua y alimentos para ayudar a proteger su salud y bienestar así como el de sus pequeños y establecen políticas sobre las limitaciones en la compra o aceptación de donaciones de leche artificial de acuerdo con su necesidad real, las cuales deben canalizarse a través de ellas.
Siempre se prefiere la donación de fondos, porque en ocasiones son enviadas bajo el supuesto de que la malnutrición o el estrés de una madre lactante impedirá la continuación de la lactancia, cuando la realidad es que el estrés puede inhibir el flujo de leche pero no su producción, si el bebé y la madre reciben apoyo, están juntos y su bebé succiona durante el tiempo que necesite y cada vez que lo desee aun si la madre carece de alimentos o está desnutrida.
Siempre se prefiere la donación de fondos, porque en ocasiones son enviadas bajo el supuesto de que la malnutrición o el estrés de una madre lactante impedirá la continuación de la lactancia, cuando la realidad es que el estrés puede inhibir el flujo de leche pero no su producción, si el bebé y la madre reciben apoyo, están juntos y su bebé succiona durante el tiempo que necesite y cada vez que lo desee aun si la madre carece de alimentos o está desnutrida.
CENTROS ASISTENCIALES
Los organismos internacionales que cuidan a los menores también brindan apoyo a los centros asistenciales para poder encontrar las mejores soluciones de alimentación en casos de emergencia e indican que si se requiere alimentación artificial, ésta debe ser suministrada bajo su coordinación y el cumplimiento de normas alimentarias y de higiene, como por ejemplo el uso de empaques listos para el uso o la utilización de cuchara y taza que son más fáciles de limpiar, vigilando que sean los lactantes designados quienes los reciban y haciendo un seguimiento a su salud.
NO DONAR LECHE MATERNA
Las donaciones de leche materna tampoco suelen ser aceptadas así sea la alimentación indicada, porque requiere de condiciones de salubridad e higiene, así como de de cadenas de frío para mantenerse y no es posible garantizar su conservación cuando ocurre un desastre.
ALIMENTACIÓN COMPLEMENTARIA REGULADA
La alimentación complementaria que reciben los bebés a partir de los seis meses también tiene una regulación en situaciones de emergencia. El ideal es que esta alimentación sea nutritiva, conocida por la población y conforme a la edad del bebé que la recibe, pero la realidad de un desastre refleja la escasez de alimentos y los medios idóneos para su preparación, de manera que organizaciones como Unicef y otras entidades sugieren alimentos fortificados listos para consumirse, polvos de micronutrientes que pueden agregarse a los alimentos locales, raciones de emergencia o mezclas alimentarias fortificadas y establecen medios de control para que estos alimentos sean distribuidos y consumidos por la población que los requiere.
PROTEGER
Las consecuencias de una catástrofe natural o del hombre son muy graves y abarcar los distintos frentes que conllevan el rescate de vidas y la reconstrucción del lugar tiene dimensiones muy grandes. Tratar de proteger a los infantes en situaciones de emergencia alentando la lactancia materna como principal fuente de alimento estéril y confiable, ayudará a salvar vidas.
Referencias: Llamamiento para apoyar la alimentación apropiada del lactante y del niño pequeño en Haití hecho por Unicef, OMS y PMA.
Comentarios
Muy bueno el blog. Felicitaciones