¿Cuando dormirá mi bebé toda la noche? ¿debo dejar llorar a mi bebé?



Listen to "Podcast del blog: www.nenesdeleche.org" on Spreaker.

¿Existirá para un pequeño un lugar mejor en el mundo que los brazos y el pecho de alguien que le da calorcito? No. ¿Cuándo duermen los niños toda la noche? cuando están listos. ¿Y quién quiere que su hijo llore? espero que nadie.














Cuando llega un bebé a casa surgen preguntas como si es necesario alimentarlo durante toda la noche, si es conveniente que se duerma en el pecho o en los brazos y si es normal que se despierte varias veces. Surgen dudas de si estará bien que llore si no va nadie a atenderlo, qué sucede si solo se calma cuando siente la presencia del bienaventurado salvador y si llegará pronto el momento en que pueda dormir solo y de un tirón.

Yo tuve esas dudas también. Quiero contarte cuáles fueron mis respuestas y lo que aprendí:

Cuando nació mi primera hija puse una hermosa y pequeña cuna de madera junto a mi cama. Yo sentía que era bueno para ambas permanecer juntitas sin separarnos pero el pediatra me sugirió darle uso a esa cunita. Cada vez que ella pedía el pecho, yo la levantaba de su cuna, la amamantaba y la dejaba nuevamente allí. Duró muy poco; ambas necesitábamos más cercanía.

Pasaron los días y el pediatra me dijo que era muy malo dormir con los bebés (ahora no entiendo porqué preguntamos tanto a los pediatras) y que ya era hora que durmiera sola y además de un tirón. Me mostró un libro con un método que me pareció diabólico para enseñarle a dormir, si ella no lo hacía por sí sola. Esa noche llevé a mi hija a su nueva habitación cuyas paredes estaban decoradas con muñequitas tomadas de la mano, como recordando sobre la necesidad de contacto. Dejé las puertas abiertas de ambos cuartos y la acosté ¡pensando que ella dormiría sola toda la noche!

Y no, mi bebita me llamaba a cada rato. Pero en vez de dejarla llorar para que aprendiera a dormirse como sugería el recomendadísimo libro, yo salía corriendo en la oscuridad con mi super oído biónico y mi poderosa visión de águila (una vez casi me rompo una costilla), a atenderla cada vez que me llamaba. No dejaba ni que soltara una sola lágrima.

Durante unos días me metí a la madrugada en su compleja cama convertida en cuna diseñada por mi con toda la supuesta seguridad del caso (diseño para chicos, no para gente grandes con riesgo de entumecimiento), flexionando mis rodillas para caber. La amamanté, la acompañé hasta que volvió a dormirse y regresé a mi cuarto como una zombi y en cámara lenta gateando por el piso (yo, no ella), para que por las dudas no detectara ni el menor movimiento (y para no romper mis costillas). Yo pensaba que como ya estaba en sus aposentos de bella durmiente, seguiría durmiendo plácidamente.

¡Y vaya que lo detectaba! Ni bien sentía mi ausencia empezaba todo otra vez, ¡toda la noche! A veces yo lograba llegar a la entrada de mi cuarto, a veces hasta mi cama, a veces me acostaba y a veces me dormía. Ella se despertaba al rato… y yo iba. Al día siguiente yo no era yo, estaba cansada y con ojeras. Esto tampoco duró.

Luego decidí meterme a la cama - cuna con ella. Sí, ¡con mis rodillas flexionadas! Nunca supe porqué no la volví cama y la dejé cuna con barandas de seguridad si finalmente no iba a dejarla sola. Solo sé que estábamos pegaditas la una a la otra. ¿Y qué paso? ¿se despertaba ella? No sé, creo que sí. Y muchas veces, pero no me daba cuenta porque su alimentación nocturna era una especie de “autoservicio”. O tal vez solo se despertaba para comprobar que yo estaba ahí para ella. ¿Me despertaba yo? Tal vez sí, ligeramente, porque no me da la memoria para saber cuántas veces tomó el pecho aquellas noches. O no las contaba. Tan solo recuerdo que se alimentaba, y que yo seguía con mis piernas dobladas, entumecidas, pero durmiendo.

Con la llegada de mi segundo hijo también puse la linda cuna de madera al lado de mi cama, pero esta vez fue de adorno porque se quedó vacía. Aunque a veces servía de contenedor. Tampoco usé aquella incómoda cama - cuna que no me permitía estirar mis piernas. Esta vez sí la convertí en cama y le puse ese aditamento que venden para que no se caigan. Por el sueño tan ligero (no sólo de mis niños, ¡de mi marido!); y con la suerte de contar con suficiente espacio, me instalé con mi pequeño en otra habitación cuyas paredes estaban decoradas con hermosos ositos de madera.

Mi pequeña hija, ya de tres años, decía que quería quedarse dormida en su cama pero no sabíamos después con quién decidía irse a pasar la noche. Y yo estaba a mis anchas durmiendo cómodamente al lado de mi nuevo bebé, quien también utilizaba el sistema de “autoservicio”. ¡Y amanecía tan radiante! (bueno, radiante dentro de lo que se puede decir de una mamá con un recién nacido...). Y no solo por haber dormido algo, ¡cuántas horas de abrazos con mis pequeños!

Luego vino mi tercer hijito (ni se diga que por dormir un tiempo de la vida en otro lado no hay momentos para compartir con la pareja ¿no?).

¿Y qué pasó con la cuna de madera? ¡Ahí estaba! pero sin armar; olvidada y empacada en un rincón.

Somos muchos los que disfrutamos tener a nuestros bebés en brazos, pero algunos profesionales, nuestra familia, amigos, internet, libros y demás; pueden darnos información que haga que nos cuestionemos si al cargarlos o al ayudarlos a dormir con el pecho enchufado o bajo el abrigo de nuestros brazos de modo seguro, los estamos acostumbrando a mal o mal criando.

¿Cuándo fue que el cariño, los besos, los abrazos, las caricias y la atención se asocian con malcriar?, ¿será una mala costumbre permitirse acariciar, cargar, sostener, arrullar, mecer, abrazar y besar, así como es una mala costumbre tratar mal, pegar, insultar y agredir?, ¿qué es una mala costumbre?, ¿será que los pequeños quedan tan acostumbrados a los brazos que se les vuelve un hábito y necesitarán luego que los llevemos cargados al colegio?

¿Qué aprendí? aprendí que los bebés se despiertan varias veces. Que su naturaleza es así y que están preparados para dormir bastante, pero no por intervalos seguidos de sueño porque tienen ciclos de sueño muy cortos. Que se despiertan para alimentarse durante la noche. Es más, gran parte de su alimentación es nocturna. Se despiertan para sentir proximidad, para aprovechar para tomar un poquito de leche y seguir durmiendo. Se despiertan cuando están pasando por ciclos como el brote de los dientes, el gateo, el aprender a sentarse, a caminar, etcétera. Se despiertan porque pueden estar pasando por una fase, cerca de los ocho o nueve meses en que descubren que ellos y sus cuidadores principales no son una sola persona y eso les causa angustia de separación. Porque no tienen la capacidad de discernir si alguien volverá al no verlo y creen que si se va, no existe. Y se despiertan para...¡no lo sé! simplemente se despiertan.

Descubrí que no hay tampoco un patrón regular de sueño en el mismo niño. Un bebé grande puede llegar a despertarse incluso más o menos veces que cuando era un bebé pequeño. Y en el momento en que ya no son bebés y pueden comprender que estamos cerca, también nos llaman durante la noche solo para comprobar que nuestros besos están a su alcance.

Hoy sé que los ritmos de sueño de los bebés son diferentes a los de los adultos y que nos necesitan cerca. ¿No te ha pasado que al quedarse dormido el bebé en tus brazos, justo cuando intentas dejarlo se despierta inmediatamente y se pone a llorar? ¿Y no te ha pasado que puede estar durmiendo en brazos en la mitad de una reunión con gente, ruido y luz y cuando lo llevas a un lugar silencioso, oscuro y tranquilo, pero sin ti, se despierta y llora?

Posiblemente descubras que el bebé tarda un poco para llegar a una fase de sueño más profunda en que no se despierta tan fácilmente. Y, bueno, también necesitan de tus brazos o un buen portabebés de tela que te los deje libres.

Los bebés, y en general los niños, se despiertan, ¡y mucho!

Así, también aprendí que los bebés que están cerca por lo general comprueban la presencia de alguien cercano; la sienten, toman el pecho o se alimentan si lo necesitan, y regresan a un sueño profundo. Me di cuenta de esto porque durante la noche mi segundo hijo preguntaba "¿mamá?”, y yo le contestaba “mmm?, y eso era suficiente.

Aprendí que hoy en día existen métodos para que los bebés aprendan a dormir toda la noche (como si no supieran dormir) y que atacan unos supuestos “problemas de sueño”. No digo que no los haya pero los despertares nocturnos de los bebés no significa necesariamente que sea por alguna condición diferente a la de ser bebés. He visto que siguen recomendando dejar llorar a los niños para que entiendan de una buena vez que nadie va a ir a consolarlos y se duerman. Seguramente estos niños pueden llegar a dormir de largo porque saben que así sufran, no podrán esperar una respuesta de afecto, de cariño ni de compañía en los momentos en que lo necesitan de noche. Y se resignan.

Hay familias a quienes les funcionan ciertas rutinas y métodos de sueño. Algunos funcionan para las familias, no para los bebés. Cada cuidador hace los arreglos para dormir que le conviene. Sea que duerman con con el bebé metido en la cama de modo seguro, en la cuna al lado, o con el pequeño en otro lado. Son arreglos que buscan adaptarse a la dinámica del día y de la noche de quien los vive. Mi mensaje es que si intentas alguna rutina, lo hagas sin que el pequeño sufra, llore o sienta angustia.

Yo también aprendí que si estoy presente cuando mis hijos me piden cercanía; les enseño a ser cariñosos, seguros de sí mismos e independientes. Sí, ¡independientes! porque no tendrán carencias afectivas, por el contrario, tendrán la seguridad que les da estar cerca de mi corazón y de mis besos. Tendrán tanto, que podrán seguir solos su camino y ¡además compartirlo con los demás!

Ahora sé que unos pequeños duermen más que otros y de distinta forma. Mi hija por ejemplo se acuesta de manera vertical y termina de manera horizontal, mi segundo hijo parece una momia: es capaz de amanecer en la misma posición en que se durmió; y el tercero, ¡parece que a este pequeño la hermana le prestó durante mucho tiempo el radar que detectaba el menor ruido o movimiento!

Hoy sé cómo empieza la noche pero nunca sé cómo termina, o más bien, con quién termina porque incluso ahora, que mis hijos ya no son bebés, a veces necesitan del contacto, como yo también lo necesito.

Mi hija adoraba que la acompañara a su cama, le leyera un cuento y estuviera con ella mientras se quedaba dormida. Me hizo jurarle que lo haría hasta que se fuera de casa pero parece que lo tiene en “stand by” porque me ganaron los libros que ahora ella misma se lee. Los otros dos se pelean el turno a ver quién a cuál de ellos acuesto primero hasta quedar profundo. Algunas noches mi esposo y yo recibimos uno o dos visitantes nocturnos ¡y cómo lo disfrutamos!

¿Qué ha sido de mi esposo que tiene el sueño ligero? Pues duerme abrazándonos a todos aunque quede relegado a un rinconcito de la cama.

--

Aquí encontrarás una magnífica entrevista del Diario de Burgos Digital a la autora española Rosa Jové, titulada "¡Dejar llorar a un niño es cruel y provoca secuelas!"

Así comienza: "Que si el niño no para de llorar, que si no come, que si se enrabieta y no hay manera de que entre en razón... Los niños no vienen con un manual de instrucciones. Por eso, tener el consejo de un psicólogo, ayuda.¿Cuándo los padres entran en su consulta, usted ya sabe por su nivel de ojeras si el niño duerme bien o mal?

(Risas) ¡Qué va! Igual las ojeras de cansancio no se les nota tanto en la cara como en el ánimo.

¿Qué es lo que más preocupa a los padres de hoy?

Va por tramos de edad, pero desde recién nacidos hasta los siete meses les preocupa sobre todo si come lo suficiente y el sueño" Continúa leyendo esta entrevista aquí.


Comentarios

Unknown ha dicho que…
Bella entrada, gracias por contar tus experiencias de madre. Te sentimos muy cerca. Saludos y conectados con el corazon.
Anghie Nayibe Ayala Acosta ha dicho que…
Creo que por primera vez entendí lo importante que es la atención con nuestros bebes.... ahora puedo decir que he estado haciendo lo correcto... Mil Gracias Valeria :D
Anónimo ha dicho que…
hola: tengo problemas con mi bb tiene 15 meses y no deja dormir por estar amamantandose toda la noche quisiera saber que debo hacer o como quitarle ya el seno a mi bebe si alguien me puede ayudar a hacer que duerma solo y que no despierte en la noche a comer lo agradeceria demaciado mi correo es pao.andrea.90@hotmail.com
angie ha dicho que…
Interesante articulo, respetable,pero no estoy de acuerdo, con mi esposo implementamos la tecnica para que nuestra hija de 20 meses durmiera en su cama y es su alcoba, los niños necesitan nuestra guía, son realmente importantes las rutinas y así lo conseguimos, al principio lloraba y no es cierto eso que es dejarla que llore cruelmente y sin consolarla, solo pasaba un instante y le decíamos que no estaba sola y cuanto la amamos pero que debía dormir sola. Ahora lo disfruta, sabe que después de su cena recibe una rica ducha, luego unos deliciosos masajes y espera con ansias el momento de leer el cuento y sentarse en su sitio especial a un lado de la camita, luego disfruta irse a dormir después de un beso y abrazo de sus papitos y no dormira sola porque sabe que nosostros estamos a un lado en el cuarto de los papas ademas esta acompañada de rosita y martica(sus juguetes preferidos)y no por eso no deja de recibir mil besos y mil abrazos y tampoco deja de recibir su leche, hemos estado todo el dia junticos y es hora que los papitos tengan tiempo para compartir. Este es nuestro caso, soy muy afortunada de compartir estos primeros años con mi bebe en la casa y realmente el creo que el hecho de que duerma solita no le afecta en lo absoluto, nos hace mejores como famili.
Nenes de leche ha dicho que…
Pao, te respondí al correo que escribiste. Angie, gracias por tu valioso comentario. A algunos les funciona unas cosas, a otros otras, cada familia encuentra su rumbo. Rescato algo muy valioso de tu comentario: "disfruta irse a dormir después de un beso". Hay familias a quienes les funcionan rutinas y métodos de sueño, para ellos, mi mensaje es que si intentan alguna rutina, lo hagan sin que el pequeño sufra, llore o sienta angustia.
gaditna ha dicho que…
Hola soy profesional de la salud llevo 15 años trabajando en pediatría, te felicito por guiarte por tu propio instinto .He aprendido a lo largo de mi carrera que son los padres los que deben establecer una relación de mutuo acuerdo con sus hijos y todos seréis más felices. Enhorabuena.
Halison Arias ha dicho que…
me conmovió tu nota pues con mi esposo pasamos por lo mismo la psicomotrisista que trataba a mi niña desde los 2 meces me dijo que ella debía dormir sola en su cuarto y la verdad el método de dejarla llorar me duro unas horas de inmediato el cuna volvió junto a mi cama de mi lado y ella a dormir toda la noche hasta los 7 meces en los que empezó a despertarse mucho por la noche y como yo ya no tenia leche pedía su mema la cual como siempre solucionaba todo y cuando hacia frió y por tener ella problemas de salud dormía en medio de nosotros para horror de la doctora que al fin y al cabo no le dimos mas corte hoy en día ella duerme en un cuarto junto al nuestro tiene 3 años y no hubo problemas por hacerla dormir sola nunca tuvo los miedos e inseguridades que me dijeron tendría por tenerla tan junto a nosotros hay que escuchar al corazón y a las abuelas que siempre nos criaron así y bien sanitos que salimos todos mi madre me dijo que yo dormía en su pecho toda la noche y que era la única manera de que descansáramos ambas y la verdad yo lo hice mientras tuve leche mi esposo me ayudaba y juntos disfrutamos de un vinculo mas que especial con nuestra niña. Por eso os digo aguanten las mamas canguro por una crianza mas humana y feliz.
Germán Exequiel Suárez ha dicho que…
El amor y la cercanía física de los padres, junto con la leche materna, en ese orden, son los más nutritivos y valiosos alimentos emocionales, espirituales y físicos. Gracias Valeria por tus consejos desde la experiencia. desde la experiencia en conciencia.
Anónimo ha dicho que…
que lindo es compartir experiencias... mi hijo mayor de 7 años también durmió conmigo hasta que mas o menos a los 3 se fue a su cama, sin ningún tipo de problemas, no tiene miedos, no moja la cama, no llora.. hoy en día no se duerme sino nos mimamos un ratito antes y la verdad lo disfruto enormemente, ahora tengo además un bb de dos meses que directamente duerme conmigo, me pasó también tengo la cuna desarmada jaja y seguirá así hasta que el lo crea necesario, yo no le comento a nadie como dormimos xq sino todos se creen con derecho a opinar y juzgar si está bien o mal eso muchas veces me hacía dudar con el 1ro pero ahora soy muy firme mi vida mi rutina y todo por ahora gira en torno a mis hijos y soy y somos felices así no es un sacrificio sino el mayor privilegio que pude haber tenido en toda mi vida.. cariños!
Ana maria ha dicho que…
Excelente articulo, a mi me a funcionado super el colecho, es lo maximo, lastima que con mi primera hija me deje llevar inicialmente por mi parte medica y no por la maternal, pero bueno me logre dar cuenta a tiempo que nuestros hijos son los que nos indican lo adecuado para su crianza, solo es seguir nuestro instinto maternal, felicitaciones a todas las que somos mamitas!
Anónimo ha dicho que…
Es muy cierto que a las mujeres que practicamos el colecho nos termina dando miedo de decirlo porque sabemos que van a llover miles de críticas sobre nosotras, a mí la verdad ya no me afecta, yo soy feliz durmiendo con mi bebé y él es feliz conmigo,algunas veces lo pongo en su cuna al inicio de la noche y a veces, cuando él quiere duerme hasta la madrugada, ahí me pide leche y ya lo dejo metido en mi cama, otras noches trato de ponerlo en su cuna y de una se pone a llorar, entonces de una vez lo abrazo y me lo llevo a mi lado, no me gusta que llore!!! me da angustia, y claro él siente mi presencia y queda feliz, seguiré guiándome por mi instinto, aunque el pediatra me dijo a los 2 meses que lo sacara de la cama y que a los 5 del cuarto, ahora va a cumplir 4 pero no he hecho lo primero y menos haré lo segundo, aprecio mucho al pediatra y me parece muy bueno que me guíe en temas de salud, pero la crianza que me la deje a mí!! un abrazo a todas.

Diana Marcela
Nenes de leche ha dicho que…
El instinto y la sabiduría de una familia con respecto a la crianza son poderosos, de tantas posibilidades, solo nosotros sabemos cual es la mejor. Y si nos equivocamos, también podemos cambiar de opinión...
Anónimo ha dicho que…
Me encantó, y es cierto, no hay nada mejor que estar al lado de tu bebe, dormir a su lado, sentir sus manitas cuando te acaricia, es lo máximo, yo soy madre primeriza y tengo muchas dudas pero con el correr del tiempo me di cuenta de que no hay nada mejor que hacer caso a nuestro instinto maternal, nos dicen una cosa y otra y otra y no sabes que hacer,mi princesa tiene 8 meses, durante los primeros meses, hacía caso a los consejos, cuando pasaba algo inmediatamente llamaba a mamás con experiencia, pero no siempre funcionaba lo que me decían incluso, me recomendaban cosas que me parecian crueles, decían que mi nena debía llorar que era bueno dejarla llorar que no durmiera con ella, que no la cuidara tanto, en fin muchas cosas, y se me enfermo a los 6 meses, el estar con ella internadas me dolio tanto, que no quiero que eso vuelva a suceder, así que ya desde que se recupero y nos dieron de alta, digo nos dieron de alta porque yo permanecia a su lado todo el tiempo, decidí no hacer caso a los demas , aunque se molesten, y simplemente sigo mis instintos, ahora duerme conmmigo, la cuido, engrio y protejo todo el tiempo deje de trabajar por estar a su lado, pues al final el dinero lo puedo conseguir después pero el bienestar y la salud de mi bebe no, asi que prefiero estar con ella y mi nena es muy segura de si misma, es una bella niña, alegre y cariñosa, y somos muy felices los tres pues mi esposo también me apoya en todo.
Y me alegro encontrar esta página en donde se refleja todo lo que yo siento y paso con mi nena, gracias ahora sé que estoy en lo correcto.
Nenes de leche ha dicho que…
El instinto es muy poderoso. Después de indagar mucho, a veces encontramos la información que coincide con la sabiduría que está muy dentro de nosotros. Si no la encontramos, igual nos las arreglamos para hacer lo que sabemos. Somos sabios! Y ellos también.
Anónimo ha dicho que…
yo tambien practico el colecho junto con mi marido y estamos encantados los tres,aunque a veces (la mayoria de las noches)nos arrincona nuestro peque de 14 meses y casi que nos echa de la cama,jejeje.Pero es un privilegio tenerlo tan pegadito a una,sentir su respiracion en la cara,esas manitas tocandote para ver donde estas...en fin yo gozo de mi nene 100% y supongo que este tiempo de estar con el no durara hasta sus 20 años,asi que a disfrutarlos los poquitos años que son en comparacion con la vida tan larga que tenemos

Entradas populares