FULAR: Instrucciones cruz envuelta adelante
El fular es un excelente cargador que respeta la postura fisiológica del bebé. Consiste en un tramo de tela corta, mediana o larga que sirve para cargar al pequeño mediante amarres que lo sujetan, permitiendo las manos libres y repartiendo el peso del pequeño de manera equilibrada. Es muy versátil porque permite varias posiciones adelante, a la cadera y a la espalda y puedes usarlo desde el nacimiento del bebé y durante mucho tiempo. Además, el mismo fular puede ser usado por personas de diferentes tallas.
Cruz envuelta
adelante
Este
anudado sirve para bebés pequeños y grandes. Les posibilita estar situados
erguidos en un contacto agradable y con una postura fisiológica que
puede utilizarse por tiempos prolongados. Es muy versátil, puedes hacerlo con
una o tres capas. Este nudo es muy cómodo para utilizarlo con todo tipo de fulares.
Despliega el fular, ubica su centro y lleva la tela hacia tu espalda envolviendo tu abdomen.
Sostén el fular con una mano en tu abdomen y con
la otra mano toma la tela desde atrás y tráela desde tu espalda de manera que todo su ancho caiga hacia delante por encima de tu hombro. Lleva la tela que bordea tu
cintura desde atrás y hacia arriba cruzando tu espalda hasta tu hombro contrario
para que la otra franja también caiga hacia adelante por encima de tu hombro. Así, ambas franjas de tela quedarán cruzadas en tu espalda y caerán hacia
adelante por encima de tus hombros. La tela se verá en tu espalda como una “X”.
Verifica que
ambos extremos de la tela tengan el mismo largo. La tela debe caer lisa y derecha. Estira las dos franjas laterales que
están sobre tus hombros. Forma un bolsillo con la parte central de la tela para acomodar al bebé.
Sostén al bebé
mirando hacia ti por encima de tu hombro y sujétalo. Mete tu mano libre por debajo de la
franja central de tela para ir acomodando suavemente sus piernas, evitando
que se enganchen con la tela mientras cubres su cuerpo.
Mete la sección central de la tela inferior del fular adentro de las nalgas del bebé para acomodarlo bien en el asiento que le dará soporte, con sus piernas afuera. El bebé debe quedar ubicado por encima de tu ombligo y la tela extendida desde sus nalgas hasta su cuello. Una vez que el bebé pueda sentarse por sí mismo puede preferir mantener sus brazos fuera de la tela y no será necesario extender la tela hasta el cuello si ya controla la fuerza de los músculos de su cuello.
Con la mano
contraria a la que usas para sostener al bebé, y sin soltar al pequeño, hala
hacia arriba la tela para estirarla. Ve acomodando la tela que cae por encima de tu hombro hasta lograr el punto de tensión y comodidad requeridos. Esto se logra haciéndolo poco a poco, y de manera ordenada por secciones, empezando por la parte interior y finalizando con el borde de afuera. Luego haz lo mismo con la
otra mano sin soltar al bebé ni la franja ya ajustada. La parte inferior de la tela queda extendida de corva a corva, dandole siempre un soporte apropiado a las nalgas del bebé. Prepárate para cruzar las franjas por delante.
Para terminar el ajuste puedes tomar la tela con ambas manos, llevarla hacia arriba y dar saltitos para terminar de ajustar y continuar con el nudo.
Una vez situadas las tiras por debajo de las nalgas del bebé, pasa la tela por debajo de sus piernas y llévalas hacia tu espalda para anudar atrás con un nudo doble luego de ajustar. (Desanuda si es necesario
volver a ajustar). Este nudo tiene solo una capa de tela (la del bolsillo central) las dos franjas laterales están situadas hacia los lados.
Variación:
Este nudo puede hacerse de tres capas: Deja intacta la capa del bolsillo central y extiende las dos franjas laterales por la espalda del bebé, tomando primero la que está más próxima al cuerpo del pequeño y luego la que está arriba. Así, la tela queda desplegada también de corva a corva, cubriendo la espalda y cuello del bebé. Es probable que al hacer el cambio de una a tres capas, las dos franjas que estás extendiendo se aflojen un poco. Si esto ocurre, desanuda y ajusta nuevamente.
Una vez colocado el fular, ajusta cualquier parte del portabebés para mayor comodidad. El fular debe sentirse cómodo y la tela debe quedar bien distribuida a tu alrededor y alrededor del bebé. La cara del bebé debe quedar visible y tanto la nariz como la boca del bebé libres de cualquier obstáculo que impida la entrada de aire. Verifica en todo momento cualquier signo de incomodidad o estrés y no olvides estar siempre muy pendiente del tema de seguridad mientras usas el portabebés.
Una vez colocado el fular, ajusta cualquier parte del portabebés para mayor comodidad. El fular debe sentirse cómodo y la tela debe quedar bien distribuida a tu alrededor y alrededor del bebé. La cara del bebé debe quedar visible y tanto la nariz como la boca del bebé libres de cualquier obstáculo que impida la entrada de aire. Verifica en todo momento cualquier signo de incomodidad o estrés y no olvides estar siempre muy pendiente del tema de seguridad mientras usas el portabebés.
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