Lanzamiento Series de The Lancet (lactancia 2023): La economía política de la alimentación infantil

Los estudios expuestos en Lancet 2023 sobre lactancia materna se explican en su lanzamiento. La presentación está en inglés y en este artículo se expone por su relevante interés y para su entendimiento en español. Estas series se enfocan en la influencia que lleva a cabo la industria de sucedáneos de la leche materna en su mercadeo y comercialización y la forma de socavar la lactancia en detrimento de las mujeres y la infancia, haciendo un llamamiento a todos los estamentos para proteger los derechos relacionados con la lactancia.

Imagen tomada del Lanzamiento de las series de lactancia 2023 de The Lancet. La imagen se refiere a la serie 3, sobre la abarca el análisis político y económico de la alimentación infantil, confrontando el poder corporativo, superando barreras estructurales y acelerando el progreso.

Puedes ver las explicaciones de las primeras dos series que se hacen en dicho lanzamiento, en este enlace: https://www.nenesdeleche.org/2023/02/lanzamiento-series-de-lancet-lactancia.html

Esta tercera serie, cuyo texto puedes leer pinchando acá, abarca el análisis político y económico de la alimentación infantil, confrontando el poder corporativo, superando barreras estructurales y acelerando el progreso. El expositor David McCoy, de la Universidad de las Naciones Unidas, muestra la tensión entre la lactancia y la alimentación comercial y su impacto directo en la salud y en el entorno social y económico y cómo afectan los resultados de la salud de forma indirecta. 

Explica que existen estructuras políticas, económicas, socio-culturales y tecnológicas de la sociedad que incluyen a instituciones (arreglos de los gobiernos, políticas, regulaciones, normas sociales y otras "reglas" que estructuran comportamientos; incluyen ideas (formas de ver el mundo, formas de conocimiento, marcos y evidencias que influencian el pensamiento y dan forma a creencias); y la distribución de recursos en la sociedad, como control sobre los recursos económicos, tecnológicos y naturales que determinan las capacidades). Todos son determinantes que están vinculados con prácticas y resultados de alimentación infantil. 

Aquellos determinantes tienen influencia y poder a través del mercadeo en el comercio (actividades financieras, de producción, de intercambio, de marketing y relacionadas); en temas como el cuidado y el trabajo, frente a roles de género en el hogar y el trabajo, el uso del tiempo y la agencia de las mujeres) y también en la observación de los sistemas de la salud que todavía fallan en la promoción efectiva de la protección de la lactancia. 

Finalmente y de forma crucial, se observa cómo los mandatos, intereses y capacidades del agenciamiento de diferentes actores de formar y ser formados por aquellos factores políticos, económicos, socio-culturales y tecnológicos y sus acciones e impactos en el comercio, las labores de cuidado y trabajo y la salud. Familias, mujeres, infantes, gobiernos nacionales y sus agencias, organizaciones multilaterales de desarrollo, organizaciones de la sociedad civil, movimiento sociales, instituciones sociales, corporaciones, grupos de Lobby, profesionales de la salud, instituciones de investigación, expertos, periodistas y el medio son actores con intereses y competencias colectivas que influyen en la lactancia y en la alimentación comercial.   

Imagen tomada de The Lancet breastfeeding series 2023 launch

El experto pasa a explicar el dominio del comercio y dice que el crecimiento elevado de las ventas de fórmula, haciendo énfasis en la alta concentración de los mercados y sus altas utilidades, con el control global de seis compañías (Abbott, Danone, Feihe, Fiesland Campina, Nestlé y Reckitt, incluyendo Mead Johnson), controlando en 2021 colectivamente el 60% de las ventas. La investigación apunta a márgenes de beneficio superiores a 20%. Estas cifras reflejan el enorme poder económico de estas compañías. De hecho, colectivamente, cuatro de las compañías juntas generan ingresos (US$187 billones en 2022) que superan el Producto Interno Bruto (PIB) de sesenta y un países; son dueños de activos por US$316 billones en 2022 equivalente a la riqueza privada de todos los países africanos excepto Sudáfrica y emplean a más de 535.000 personas a nivel global (2018), superior a la fuerza de trabajo de Sudáfrica, Zimbabwe y Lesotho juntas, excluyendo el trabajo de trabajadores de agencias de publicidad, firmas legales y grupos profesionales de Lobby.

Entender el poder económico de esta industria es importante porque no solo apunta al poder del mercadeo, sino porque apunta a una sofisticada y poderosa estrategia política. Esto incluye una benevolente y socialmente responsable imagen que se quiere mostrar al público, con el objetivo de que la compra tenga legitimidad social y más acción de cubrimiento con el objetivo de cooptar oponentes y socavar la implementación del código de sucedáneos de la leche materna y restringir las regulaciones de interés público, con un trabajo respaldado por Lobby nacional e internacional que incluye una variación de grupos frontales financiados por la industria, asociaciones de comida, bebida y tiendas de comestibles,. También se influye en foros de comercio internacional y en el Codex Alimentarius y en los países productores de fórmulas lácteas como U.S.A, Australia y Nueva Zelanda. También están descritos en la serie, el envolvimiento por parte de la industria, en alianzas con otras industrias para intereses generales que incluyen el gobierno de U.S.A., la OMS, en detrimento de los mandatos de salud pública de la misma y sus credenciales científicas, incluso durante la pandemia de COVID-19.

Hay que entender los efectos del poder que ejercen las compañías de fórmulas lácteas en las agencias respecto a políticas públicas de los gobiernos y temas de infantes y sus madres. Parte de la historia la componen la globalización y la integración de mercados y cadenas de suministro, la desregulación a expensas de la salud pública, más partes de la vida mercantilizadas y comercializadas  incluyendo el cuidado de los niños y el poder de la expansión financiera y de capital y la captación de ingresos cada vez de forma más agresiva; la competencia internacional para evadir impuestos y abusar; medidas antimonopolio inefectivas y externalización de costos.

Finalmente estas compañías son ayudadas por el hecho de que el costo de no amamantar se externaliza y es pagado por otros. Esto incluye el costo asociado en salud y además el considerable costo al medio ambiente de botellas plásticas y empaques de producto, sumado a las emisiones de gases envueltas en la producción de fórmulas lácteas, su manufactura y transporte. Las series analizan con gráficos el aumento de la participación en los beneficios acompañado de una disminución de las contribuciones fiscales y determinan que la mayoría de las ganancias terminan en los países de ingresos altos, mientras que los daños afectan de manera desproporcionada a las personas de los países de ingresos bajos y medianos. Lo anterior logra que la industria socave el desarrollo sostenible y empeore las desigualdades.

En cuanto al dominio hacia la mujer, el cuidado y el trabajo, el experto muestra que alrededor del mundo cada vez más hogares son forzados a vivir en sistemas que restan valor o subestiman el tiempo destinado a entregar un cuidado adecuado a los infantes. El trabajo de cuidado en general es central para la supervivencia humana y es mayoritariamente llevado a cabo por mujeres, pero es ignorado por la contabilidad económica convencional a pesar del hecho de que el valor del trabajo no pagado es equivalente al 20-40% del PIB, como lo hace la lactancia, que no se cuenta tampoco en el PIB como sí ocurre con la alimentación con sucedáneos, a pesar del valor monetario de la leche producida a través de la lactancia, que se estima en US$3,6 millones. Entonces  el tratamiento que se da a la lactancia es el de una actividad gratuita o como una decisión de estilo de vida mientras que la fórmula láctea cuenta como una producción significativa incluida en los cálculos del PIB, lo cual es perverso. Socava la lactancia y fomenta la dependencia hacia la fórmula. También ayuda a los gobiernos a eludir sus responsabilidades de proteger los derechos de las mujeres y las niñas y niños.

Asimismo, la protección inadecuada de los derechos frente a la maternidad y las condiciones laborales pobres, hacen difícil o imposible para un vasto número de madres el poder amamantar. Esto se ve agravado por el aumento de trabajo precario y mal pago, tanto en los sectores formales como informales. 

En cuanto al dominio de la salud, se interconectan tres asuntos: El problema de las culturas patriarcales y biomédicas, que son culturalmente sensibles y se relacionan con el cuidado materno y alienta el comportamiento intervencionista e intrusivo que socava la lactancia y contribuye con el aumento de la falta de atención a la lactancia en el entrenamiento de los profesionales de la salud. 

También las series, según el experto, dan cuenta de la normalización y aumento de las alianzas públicas y privadas, la comercialización de los cuidados de la salud y la privatización que fomenta de manera inapropiada la influencia y la aceptación de patrocinios en la educación en salud, investigación y guías clínicas, a pesar de los claros conflictos de intereses. 

También identifican un inadecuados presupuestos públicos que dejan sin recursos a los sistemas públicos como una gran barrera estructural al amamantamiento e ideas económicas y políticas que restringen las finanzas públicas y las inversiones. Argumentan que grandes montos de las finanzas e inversiones públicas pueden ser generadas responsablemente y sin causar inestabilidad económica, conclusiones a las que también llega el consejo de la OMS frente a temas económicos y de salud. 

Como recomendaciones establecen:

- La necesidad de los gobiernos de suministrar oportuna y exacta información sobre la lactancia y los comportamientos de los bebés, un mejor apoyo y herramientas de desarrollo para los profesionales de la salud, las familias y las comunidades.

- Un tratado global para terminar el mercadeo de los productos infantiles mientras continúan fortaleciendo en la legislación nacional la implementación del Código de Sucedáneos de la leche materna. 

- Es necesario un mejor entendimiento de la industria de fórmulas lácteas en su totalidad, incluyendo su mercadeo y sus sofisticadas estrategias políticas por parte de la sociedad civil, los profesionales de la salud y los políticos y la forma en que se desempeñan económicamente frente a los impuestos y la externalización de costos. También los efectos negativos en el impacto social, económico y ambiental.

- Se sabe que sistemas de salud centrados en las mujeres y en los niños deben contribuir a incrementar las tasas de lactancia y en general los sistemas sanitarios deben entregar inversiones centradas en los cuidados de maternidad centrados en la mujer y empoderar y entrenar a la fuerza de salud y poner fin a la influencia que realiza la industria de fórmulas lácteas poniendo en primer lugar la investigación, el entrenamiento y otras actividades profesionales, eliminando los conflictos de intereses.

- Es una equivocación que el trabajo y la responsabilidad de la lactancia se ponga en los hombros de las madres y de las mujeres. Los gobiernos y la sociedad debe reconocer y valorar el trabajo de cuidado, incorporarlo en los sistemas, las políticas y la contabilidad económica e invertir apropiadamente en la protección de la maternidad y en ambientes de trabajo amigables de la infancia, que debe tener prioridad. También el desbalance en la distribución de estas labores. 

- A menos que el desbalance de poder entre los intereses comerciales privados y aquellos con el deber y el mandato de proteger los derechos y necesidades de los infantes y las madres sea corregido, nada podrá ser cambiado. Fuerte defensa en contra de la captura corporativa de regulaciones, políticas, sistemas, profesionales de la salud y comunidades. Puede ser tomado como algo ambicioso y poco realista, pero los expertos creen que es posible.